«MEMORIAS DE UN DESCONOCIDO» DECIMA ENTREGA DEL CAPITULO 1

         En aquel piso murió finalmente de un enfriamiento pulmonar. El piso era exterior con varios balcones a la calle y como a ella le gustaban tanto las plantas y las flores los tenía llenos de macetas, sobre todo el que daba a su dormitorio; en invierno acostumbraba por la noche a tapar las plantas con un plástico y aunque mis tías se lo tenían prohibido lo cierto es que no les hacía demasiado caso.

         No quiero hacer aquí sólo la biografía de mi abuela, también quiero dar algunas pinceladas familiares hablando sobre mis tíos, sin olvidar a mi madre que era sencillamente maravillosa.

         Sólo vi a mi abuela realmente preocupada una vez, cuando mi tío Juan le hizo una auténtica trastada, y eso siendo muy benevolente. La verdad es que fue una canallada. Mi abuela, en la época de la panadería, era la encargada de administrar todas las gestiones -como se dice actualmente-. Cobraba a los clientes el pan que compraban a diario y además se hacía cargo de la recaudación del otro despacho que atendía la tía Rafaela. Aquel dinero le servía para pagar la harina y los demás gastos de producción y para mantener a aquella numerosa familia, aunque para cuando esto ocurrió dos de sus hijos ya estaban casados, mi madre y mi tío Paco.

         La abuela tenía una caja de lata que hacía las veces de caja fuerte y allí iba echando todo lo que se recaudaba pero, una mañana, al levantarse ¡cuál fue su sorpresa! La caja estaba vacía. Esa fue la canallada del tío Juan que se pasó toda una semana sin volver a casa pegándose la gran juerga y gastando todo el dinero que su madre administraba con tanto esmero para poder atender todas sus obligaciones después de morir su marido que le dejo un gran ejemplo de honradez y humanidad.

         Cierro ya este tema pero quiero dejar testimonio del gran cariño que sentí por mi abuela, porque desde pequeño observé que era un ser extraordinario por su bondad y por la paz que transmitía a todo el mundo. Era la tranquilidad personificada.

         Ahora continúo con mis tíos. Mi madre era la mayor y quiero dejarla para el final y dedicarle un capitulo como ella se merece.

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