“Sra.” Ministra le voy a hacer unas preguntitas y como es usted tan flamenca a lo mejor me las responde ya que la esperanza nunca ha de ser perdida, ¿Dónde estaba usted durante todo el tiempo en que se lapidaron los 680 millones de euros que iban destinados a los ERES?
¿Fue usted benefactora de algo en dinero o en especie? ¿Desde su puesto en la administración andaluza? ¿Percibió alguna anomalía, como por ejemplo, que corría la cocaína? Ya que eso se nota muchísimo en la euforia que da a las personas cuando la esnifan.
¿Llego usted a participar en el asado de la VACA con billetes de quinientos Euros? ¿Estada tierna y rica, Sra. MINISTRA?
Esto no es pregunta ya que pienso que nunca ningún compañero tuvo el atrevimiento de invitarla a ningún PUTI CLUB de lujo hasta ahí como he dicho, no hubiesen llegado.
Otra cosa que no le afeo, es que de patadas al diccionario, pues un servidor es también andaluz como usted y la comprendo pero eso si el diccionario no se me cae de mis manos.
Después de Andalucía, viene usted a Madrid, y le dan la cartera de Hacienda, nada más y nada menos, y hace usted bueno al interfecto Montoro, aunque él no llego a tanto como usted, que ha llegado a delinquir ante las cámaras y los micrófonos de una buena cantidad de periodistas, y digo delinquir porque sus declaraciones las describe el código como delito, que los jueces la sentencien y la castiguen, eso sería asunto de los JUECES.
También “Sra.” Ministra de Hacienda, el que usted amenace apuntando con el dedo haciendo uso de su autoridad a la oposición la retrata como lo que es, nada más y nada menos que un acto de CHULERÍA de mujer arrabalera.
Le voy a hacer una observación con el ahínco que aplaudía usted las palmas, al triunfo PIRRICO de la ley de AMNISTÍA, por muy poca sensibilidad y conocimientos, esos aplausos serán, como bofetadas en su cara cuando los CATALANES reclamen lo “suyo”.