Fue aquella ventana
que vieron pasar los días
en que el laberinto estaba.
La nieve aposentada
encubría la salida
a un alma atormentada.
Las briznas de consuelo
a su pecho llegaba
de aquel suyo sendero.
Debajo de aquel hielo
la tierra se impregnaba
con fuerza en el anhelo.
Ya no se ve lo blanco
ya todo es más sereno
ya apuntan los colores
de verdes están más llenos.
😉😉😉
Estaba caminando por Reina Victoria cuando este amable señor me paró para entregarme su poema llamado la dama. Lo busqué en su página web y no lo encontré entonces me leí los que tenía me encontré este y un recuerdo la verdad que nunca había leído algo tan bonito y tan significante para mí. En estos momentos, me alegro mucho de haber salido a la calle y poder haberme encontrado con este maravilloso señor y sus maravillosos poemas.
un poema precioso que transmite un montón de buenas sensaciones. sin duda de los mejores que he leído.