La libertad, ha de ser, la actitud de toda persona con sentido práctico que defienda sus derechos y respete sus obligaciones para con los demás y también respete y acate las leyes establecidas, lo que no quiere decir que esté de acuerdo con ellas y en consecuencia puede usar los mecanismos legales para cambiarlas y sobre todo libremente poderlas criticar.
La crítica es magnífica, ya que te permite desahogar, al menos el descontento, e ir más allá de la crítica es muy difícil, ya que los poderes de todo tipo son normalmente aplastantes, porque además esos poderes los que defienden realmente, son los que decía D. JACINTO BENAVENTE en su obra de TEATRO los INTERESES CREADOS.
Así, más o menos bien, funciona la democracia en OCCIDENTE y hay que dar las gracias a Dios ya que lo que hay fuera es para echarse a llorar. En consecuencia los poderes establecidos defienden con uñas y dientes sus bicocas salvo excepciones -que las hay- de políticos que cumplen con sus juramentos, pero la mayoría de ellos son perjuros, eso sí con sus estómagos llenos.
Pero claro, ahora llega un Libertador como Milei y se echan a temblar todos esos estómagos agradecidos, porque solo de pensar que puede conseguir los objetivos que se propone, con solo eso, se quitan de dormir a pierna suelta.
Milei sabe perfectamente que sus ideas y que sus objetivos, que están basados en esas ideas, y que no son otras que racionalizar la producción con la distribución y el consumo y todo ello con el aprovechamiento, aplicando el sentido práctico para que no se escape ni una sola milésima de nada.
Milei sabe perfectamente que la empresa que ha iniciado es súper difícil, pues se podría comparar con la demolición de una de las pirámides de Egipto para levantar otra nueva. Porque, aunque esto sea una exageración, la cantidad de gentes acomodadas que se sentirán perjudicadas y digo se sentirán pues lo más posible es que también ganen si Miley consigue sus objetivos.
Pero esto sería a posteriori, hasta llegar a ello estas personas pondrían todos los palos en las ruedas, para entorpecer un final positivo que por supuesto sería a largo plazo.
Milei es consciente de que su empresa raya en lo imposible, para conseguir los resultados de éxito que él pretende, y sabe también que para ello el tiempo es un factor determinante, y es en ese tiempo cuando los inconscientes egoístas, aprovecharán para poner palos en las ruedas al noble proyecto que Milei quiere para que su Argentina sea de nuevo una noble y RICA NACIÓN.
Mi humilde recomendación al señor Miley, es que, por sus actos es una persona valiente, pero aún así le regalaría un espejo retrovisor con más grados de visión que el que tienen los CAMALEONES.