Baja tecnología

Sobre este punto, que estando estrechamente vinculado al anterior, aún sin tratarse de el por qué y sus consecuencias, y esto, insisto, es una forma de esquematizar desglosando todo el tema que estoy tratando.

La tecnología no es algo que se pueda implantar de la noche a la mañana, pues ya es sabido que es el fruto de una investigación en primer lugar y en segundo, de una formación para su implantación en cualquier proceso productivo. Esto dicho así resulta fácil, pero como he dicho anteriormente no lo es tanto, ya que ambos casos tienen que ir precedidos de unas fuertes inversiones de capital y de tiempo, y de todos es sabido también que estas dos cosas no se improvisan tampoco, sino que tienen que surgir de una consecuencia, la formación, que es como decir, una consecuencia hacia el futuro, con todo el riesgo que esto pueda representar.

Altos costos de producción

Aquí aunque parte de responsabilidad es del empresario, también los empleados tienen la suya, como ha quedado dicho, la empresa ha vivido de espaldas a unos acontecimientos que se han venido manifestando en el tiempo hasta el punto que llega un momento en que la empresa se ve descapitalizada y con útiles o medios de producción obsoletos, pero si el empresario ha estado de espaldas, el trabajador ha estado ciego, porque tampoco ha visto que su empleo se esfumaba. Y yo con esto no trato de decir que los trabajadores no tengan el derecho a reivindicar todo lo que signifique su mejoría en lo profesional y en lo social, pues insisto tienen todo el derecho, pero todas las reivindicaciones han de estar conjugadas con la productividad.

Sistema financiero por atractivo

El sistema financiero de nuestro país está si no totalmente desvinculado al sistema productivo, si en buena parte. Quiero decir que sus objetivos son el ser rentables por sí mismos, o lo que es lo mismo, correr pocos riesgos, y eso hasta cierto punto hay que entenderlo, pues a nadie le gusta el correrlos, pero llega un momento en que te encuentras tan seguro que ni siquiera puedes disfrutar de esa seguridad, es decir, llega el momento en que no tienes nada que financiar porque nada ofrece garantías y entonces es cuando le afectará la crisis al propio sistema financiero, que ya en estos momentos se está resintiendo, aunque está a tiempo de rectificar, lo que no puedo precisar es cuando tiempo tiene para hacerlo.

Mercado exterior difícil

Está claro que vender fuera de las fronteras de cualquier país es ya difícil, pues es bien cierto que hay factores que no son controlables, ni a priori ni a posteriori, es decir que aunque tengas un producto muy bien pensado para el mercado exterior, se puede dar el caso en que con lo que choque fuera de tus fronteras puede ser la legislación vigente en esos otros países y el aspecto político.

O sea, que queda claro que son dos factores muy importantes, que no se puede incidir en ellos en beneficio de conseguir una mayor penetración en los mercados exteriores, visto al menos desde una perspectiva empresarial.

Entonces está claro también que a la hora de plantearte el llegar al mercado exterior, tendrás siempre que saber lo que necesitan o pueden necesitar, hacer un producto muy bien acabado, o lo que es lo mismo, muy bien hecho y ofrecerlo a unos precios competitivos.

Entiendo que de esta forma es la manera de poder salvar en parte los dos principales escollos existentes y ya expuestos, para poder llegar a otros mercados fuera de nuestras fronteras.

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La segunda, tener un libro de Mil Y UNA REFLEXIONES, que aunque no sea alta FILOSOFÍA, sí es la filosofía de la vida, que nos está tocando vivir, en estos tiempos de enorme competencia.