El paro
Es evidente que en estos momentos es de difícil solución, pero ya no hay otro. Quiero decir que las medidas que voy a tratar de explicar, hubiesen sido más fáciles de aplicar cuando se inició la tendencia, pero insisto, ya no es posible, y aún así es lo que haría en los momentos actuales.
En primer lugar pondría stop a que se perdiera un solo puesto de trabajo. Para ello formaría muy rápidamente los equipos necesarios para analizar cualquier situación de crisis en cualquier empresa que tuviese más de diez empleados en nómina. Hago este límite porque también hago el cálculo siguiente: diez empleados puede ser por una media de cuatro personas a su cargo, son cuarenta las personas que sufren el desempleo. Paralelamente crearía una institución de empresarios, donde se pudieran aglutinar los buenos existentes, y aquellos nuevos que tuviesen auténtica vocación de serlo, y a todos explicarles que se trata de salvar nuestra economía, mediante el espíritu necesario de sacrificio y dedicación.
Es evidente que estoy exponiendo algo un tanto utópico, pero si no lo fuera y así lo deseo, sólo podría ponerlo en práctica el estado, pues sólo el estado tienes los instrumentos a su alcance y digo instrumentos y no medios, porque considero que sería mucho más barato mantener diez o más puestos de trabajo que engrosas la nómina de parados, y más barato aún que crear esos diez o más nuevos puestos de trabajo. Y aunque esto lo analicemos por separado, es evidente que uno de los pasos importantísimos en la creación de nuevos puestos de trabajo, es poner punto final a la caída del empleo.
Entonces una vez creadas estas dos instituciones, la de analistas por una parte y la de empresarios por otra, con la suficiente agilidad y veracidad en los análisis por parte de los primeros y la suficiente tenacidad y eficacia por parte de los segundos.
Los analistas para poder realizar su labor se nutrirían fundamentalmente de dos instituciones a su vez, una privada y otra pública. La privada podría ser la Banca, que puede facilitar información sobre empresas que están en crisis, sobre todo si esa información es con el propósito de salvarla, y la otra institución es la Justicia en su rama mercantil, es decir, modificar o crear una ley que permita que antes de entrar en una suspensión de pagos o en una quiebra, el que se pueda ver la viabilidad de impedirlo.
Hasta aquí yo solo expongo unas soluciones de agilidad y eficacia. Agilidad para los analistas y eficacia para los empresarios.
Comprendo también que la carga utópica que puedan llevar soluciones está muy por debajo de la triste situación que estamos padeciendo. Antes de concluir este punto, debo decir que es obvio que con toda la carga de utopía que se quiera, no dejan de ser unas posibles soluciones a ese gran problema como es el paro, desde la perspectiva de poner punto final a la caída del empleo. Y también comprendo que aquí sólo se trata de líneas a seguir, pues el desarrollo aún siendo imaginario, vendrá a lo largo de todo el contexto y correlación de las soluciones a los problemas y recursos ya anunciados y ordenados anteriormente.
EL LIBRO LAS MIL Y UNA REFLEXIONES
A BENEFICIO DE LA GRAN CAUSA COMO ES:
LA FUNDACIÓN ALADINA DE NIÑOS CON CANCER
ESTÁ DISPONIBLE A UN PRECIO DE 12€ EN COPEMI.
en Avda. Reina Victoria 71. Tel. 91 534 26 41
Y A 15€ SI HAY QUE ENVIARSELO A DOMICILIO.
Pedidos a: copemis@yahoo.es
Ud. debería comprar este libro por dos razones:
La primera, para ayudar a unos niños que, por desgracia, padecen CANCER.
La segunda, tener un libro de Mil Y UNA REFLEXIONES, que aunque no sea alta FILOSOFÍA, sí es la filosofía de la vida, que nos está tocando vivir, en estos tiempos de enorme competencia.