Hoy deseo hablar de tres grandes hombres, todos ellos grandísimos empresarios -iría más allá – y diría modelos de empresarios. Sus nombres los identifica con sus empresas respectivas ellos son: D. Isidoro Álvarez Álvarez. D. Amancio Ortega y D. Juan Roig Alfonso que han dado ejemplo de cómo se crea una empresa, como se desarrolla, como se expansiona, como se crean miles y miles de puestos de trabajo y que esas apabullantes plantillas se sientan cómodos y razonablemente contentos y sobre todo identificados con sus respectivas empresas.
Voy a hablar en primer lugar por el tristemente desaparecido, D. Isidoro ya que tuve la suerte de llegar hasta él por mediación de su segundo de abordo D. Juan Hermoso y que fue una persona atentísima. No se llegó a poder concretar ninguna de las ideas que llegamos a negociar porque no pude dar continuidad a las negociaciones: Sería muy difícil y por supuesto no en este escrito.
Siempre fui y sigo siendo un admirador de El Corte Inglés, además de admirador, soy un observador que ha seguido sobre todo en Madrid toda su evolución que ha sido fantástica desde buena parte de la mitad del siglo XX que es justo cuando un servidor llega a Madrid e ingresa en Madrid. O sea que he vivido muy de cerca la evolución de El Corte Inglés.
Deseo lo mejor a su nuevo consejo para que sigan existiendo empresas de ese potencial dando ejemplo de cómo se han de hacer las cosas para que un grupo como El Corte Inglés sea como bandera de nuestra distribución y ese triunfo sea también un homenaje póstumo a: D. ISIDORO ÁLVAREZ ÁLVAREZ.
Ahora hablaré del segundo milagro económico protagonizado por ZARA-INDITEX o lo que es lo mismo D. Amancio Ortega, que con ese aspecto de prudente y bonachón ha sido capaz de crear una estructura multinacional basada en una idea genial como fue y es crear moda auténtica y que está moda esté al alcance de todos los bolsillos.
Esta idea ha sido tan genial, que creo que, en las últimas décadas del siglo XX no se ha producido ningún desarrollo o expansión como el que ha protagonizado, Zara Inditex. Este acontecimiento que traspasa fronteras debería ser explicado en las mejores escuelas de negocio de nuestro país.
Sólo me queda felicitar de todo corazón, al fundador del mayor emporio en su sector y también desearles a sus seguidores que no se aparten del camino trazado por el patriarca D. AMANCIO.
He dejado para el tercer lugar a D. Juan Roig Alfonso. Dueño de MERCADONA porque hay un grado de identificación – salvando todas las distancias – tuve la oportunidad de desarrollar una cadena de supermercados en el 75, 76 y 77 del siglo pasado, todos ellos se abrieron en provincias medias. Estas circunstancias me hace y me han hecho que todo lo que suene a Mercadona no me sea indiferente sino todo lo contrario.
Como consecuencia he seguido con mucho interés y admiración la gran expansión que han tenido -por cierto no hará más de tres años que nos han puesto una tienda muy cerquita de casa – lo cual agradecemos.
Una de las cosas más atractivas es su política de personal, pues recurren a personal externo solo cuando es imprescindible, y cubren los puestos superiores con personal propio de la casa, lo que hace que todo el personal esté altamente motivado y lo note el cliente en su aspecto y su agradable trato.
Cuando veo los sistemas de control de gestión me quedo maravillado. En mi época, hace cuarenta y cinco años, intenté implantar el inventario permanente con el sistema OCR llegando a lograrlo en varios supermercados, el primero fue en Valladolid. El resto fue la corporación bancaria la que podía seguir implantando el sistema, pero dudo mucho que lo hicieran.
Sr. Roig le deseo lo mejor a Usted y a su equipo, y a todo el personal que compone esa maravillosa plantilla.
Este escrito no es la historia de estos tres grandes empresarios. No, la historia que hicieron estos tres grandísimos hombres la cual alguien algún día tendrá que escribir, para reconocer la magna obra que realizaron como fue y ha sido el crear y sostener cientos de miles de empleos de calidad sostenible.
