SÍ HAY QUINTO MALO

Se dice en el argot taurino no hay quinto malo, pero en el pandémico se puede decir que hay quinto malo y cuarto y tercero y segundo y el peor de todos el primero. Recuerdan ustedes como entró la primera ola del virus cuando ya ITALIA estaba superinfectada y se morían las personas.
Ello no sirvió para que los responsables de España se adelantaran en lo posible y así acortar la virulencia -nada de cuando veas cortar las barbas del vecino- sino todo lo contrario había que celebrar el 8 de marzo que era sagrado para todo el gobierno con su Presidente a la cabeza -no en la manifestación- pero sí en que se produjera.


El coste del evento fue que casi toda la cabecera de la manifestación se infectaron del virus, siendo la Vicepresidenta la que peor lo pasó que tuvo que estar ingresada dos veces, quiero recordar, y además lo hizo en hospitales privados.

Fíjense si eso les pasó a las personas que iban en la cabecera, que les pasaría a los que iban en la muchedumbre.

Paso lo que pasó, la primera oleada de contagio y las primeras muertes, que se pudieron al menos evitar en un cierto grado si nuestros dirigentes hubiesen sido algo previsores y en consecuencia de esta falta de previsión se produjo la llamada primera ola que además fue la masa madre de la segunda.

La segunda fue el desbarajuste total. De una parte las autoridades políticas diciendo que las mascarillas no servían para nada, sino que además eran contraproducentes: tanto era así que los propios médicos hacían bueno lo que decían los políticos.

Pero esos mismos médicos se dieron cuenta que los políticos no solo mentían sino que no sabían lo que decían. El personal sanitario se tuvo que proteger con todo lo que podían, hasta las bolsas de basura eran de utilidad al no haber material de protección adecuado. Pero no sirvió para dicha protección y muchos médicos y sanitarios perdieron sus vidas. Concretamente mi cardiólogo Dr. Rey fue uno de ellos. Que en Paz Descanse.

Tuvimos mala suerte en las dos olas en plural, porque efectivamente la segunda aflojó un poco, lo suficiente para que nuestro Presidente nos dijera que había vencido al virus y que ya nos podíamos “soltar la melena” como a cada uno le diera la real gana porque él había salvado 450.000 vidas, ni una más ni una menos.

Total que no habían pasado dos meses y ya teníamos la tercera ola del virus encima. Ya entonces se empezaba a hablar de vacunas, pero no empezaron a hacerse útiles hasta más adelante. Aún así los contagios no eran tan tremendos ya que el personal sanitario, haciendo uso de su ciencia y también de su rápida experiencia, sí que salvaban vidas y no como otros que las salvaba en “telepronter”.

Así, sin enterarnos entramos en la cuarta ola de esta maldita pandemia y por suerte, ya se estaban vacunando en principio a las personas mayores de las residencias, después a los demás mayores también que no tenían por qué estar en residencias. Parece ser que las cosas se iban aminorando en cuanto a contagios y en consecuencia la presión de los hospitales.

Donde no aminoraba esa presión era en las Comunidades Autónomas, pues cada una de ellas tenía que valerse por sí sola para imponer medidas con el fin de resolver las situaciones que tenían encima y que trataban de solucionar y solo tenían para ello, un guirigay jurídico que no había por donde cogerlo.

Cuando la cuarta ola parece que la estábamos doblegando llega de nuevo el del “Telepronter” diciendo que ya podemos pasarlo bien incluso quitarnos las mascarillas. Decir esto y explotar la quinta. Esta quinta ola fue una misma cosa, pero trajo más inquina, ya que está atacando más a la juventud.

O sea que esta persona cada vez que usa el Telepronter y habla sube el Pan y otras cosas.

ME PREGUNTO QUE HAY QUE HACER PARA SER UN GAFE

Una aclaración: concretamente en Madrid ya conocemos al personaje. Nadie se ha quitado la mascarilla. ¿Por qué será?


Para empezar este nuevo curso, ante todo darles las gracias por la acogida que han tenido hacia mi página y a las personas que me han honrado con sus loables comentarios decirles que procuraré no defraudarles.
Con mi agradecimiento
Nicolás.
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Última modificación20 septiembre, 2021
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