Este galimatías forma parte de las historia reciente de este protector sanitario.
¿Quién no recuerda del primer engaño que el gobierno en pleno dijo a toda la población de España que las mascarillas eran no ya necesarias sino que eran perjudiciales para la salud? Resultando que el problema era el que no había mascarillas.
No se les ocurrió otra idea al “ejercito” de asesores con su Redondo general a la cabeza, que el de tratarnos como a niños y niñas cuando se les dice, no comáis caramelos que son malos.
Estas mismas gentes que son personas también, son las que luego nos dicen que hay que ponérselas que son obligatorias, todo ello sin ningún rubor como lo más normal de mundo.
Con este comentario lo que pretendo hacer es recordar esa historia reciente y recordarles también que hemos sido tratados como a “chinos” se decia antes -ahora son los chinos los que nos tratan a nosotros.
La cosa no ha quedado ahí no, la cosa es más retorcida aún. Ahora resulta que al lindo D. Diego le da a las mascarillas otra vuelta de tuerca y las usa de tapadera para tratar de desviar la atención de su medida estrella, como son los indultos a los golpistas catalanes, sin más objetivo que el de seguir disfrutando de los privilegios que hoy disfruta.
¡Qué cuadrilla! Como dicen en Bilbao, y aquí decimos “lo peor de cada casa”. Como se suele decir no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista.
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