¿Cómo es el arte? Esta pregunta la hago para ver si alguien, docto en la materia, me responde de mis desconocimientos, por ejemplo: hablemos de pintura, por ser esta la más representativa cuantitativamente hablando, y digo: ¿cómo se puede pagar por un cuadro auténticas fortunas? No digo que no estén justificadas dichas fortunas, y admito que, puedan estarlo porque a cambio obtienen una obra perfectamente ejecutada, con el lienzo idóneo y el resto de los útiles más necesarios, incluida la pintura con el máximo de idoneidad, teniendo en cuenta la maravillosa obra que se va a pintar.

         Pero insisto, lo que deseo decir es que en la mente de una persona como la mía no puedo entender, que pasen cosas como ésta que expongo: que un cuadro del tamaño que sea y haya sido pintado por uno de los mejores pintores de todas las épocas, se venda por cientos de millones de euros – y lo que es peor, que haya también alguien que los pague – la regla de que una cosa vale lo que cuesta – no sirve en estos casos. La pintura en cuestión, vale lo que se está dispuesto a pagar por ella.

         ¿Cuántas cosas podrían solucionar un solo cuadro de estas características? lo dejo a la imaginación de cada uno.

         Efectivamente, sí este texto lo leen los puristas, dirán que, soy un profano, y llevan razón. Pero allí donde hay un purista, detrás hay una bolsa vacía.

         Con este escrito, no deseo decir, que esté en contra del arte, sino todo lo contrario, me confieso un ferviente admirador de las cosas hechas con la delicadeza de quien, las hace con maestría divina y dan a sus obras ese sello único, que se denomina arte puro.

         De lo que si estoy en desacuerdo, es que se utilice la belleza de estas divinas obras, para la más burda de las especulaciones. Ojalá, uno fuera privilegiado de estar tocado con ese don, de ver la divinidad de cualquier obra.