Es un lugar súper agradable. Que está lleno de encanto, sobre todo en verano, sin perder de vista su estación de invierno en su puerto. Su centro urbano está perfectamente cuidado, con su ayuntamiento presidiéndolo, con un estilo exterior muy a tono con todo el entorno.

         Evidentemente debe ser un ayuntamiento rico ya que existen en su término grandes urbanizaciones de muy alto nivel que en consecuencia deben también proporcionar grandes ingresos al consistorio. Lo que les permite hacer cosas importantes tanto para sus vecinos fijos todo el año, como para los que venimos a pasar el verano para disfrutar de su maravillosa temperatura sobre todo en la tarde noche.

         Otro indicativo que he podido observar sobre el grado de medios de su ayuntamiento ha sido su catálogo-programa de eventos de verano que organiza el Centro Cultural. Lo que sí puedo decir, es que, es una extensa oferta cultural en todo tipo de actos tanto, musicales, teatrales, cinematográficos, conferencias de muy buen nivel y como no exposiciones. Si deseas mas información consulte la web del ayuntamiento.

Decir también que el propio Centro Cultural es un gran edificio dotado de unas magníficas instalaciones incluida una sala para acoger más de cien personas donde proyectan cine, hacen conciertos de música de cámara y también ponen en escena, obras de teatro interpretadas por una agrupación de la localidad. Por poner algún pero al Centro Cultural diré lo siguiente: el diseño exterior se podría haber cuidado para que no rompiera tanto con su entorno.

         Navacerrada posee también un polideportivo. No he tenido oportunidad ni de visitarlo ni tampoco de usar sus instalaciones, pero desde donde me hospedo he podido apreciar que cuenta con sólidos elementos para practicar todo tipo de deportes tanto cubierto como al aire libre y sobre todo con grandes espacios.

         Otro de los alicientes que se puede tener en Navacerrada es su oferta gastronómica, pues es abundantísima, toda ella de gran calado con sus asados por bandera.

         También deseo hacer mención a un restaurante en el que se come fantásticamente, pues el comer se convierte en un divertimento por las características de su carta que es de lo más original (sin recurrir a las pijaditas) La restauración creativa sí, pero con cierta consistencia y sustancia y no dejar todo el protagonismo a la vajilla, Este restaurante al cual me refiero se conoce por El Rumba y está en plena plaza de Navacerrada.

         Otro asunto -y no menor- que quiero resaltar es que, en siete temporadas de verano que hemos pasado, no hemos observado ni un indigente, ni tan siquiera los domingos en la iglesia.

         Otro asunto  no menos importante es su pavimento, por mi parte considero que el adoquinado es ideal para un pueblo serrano, pero considero también que podría estar mejor cuidado.

                   No dejo en el tintero mencionar, el mercadillo de antigüedades que se celebra todos los domingos con gran éxito de público y que se ubica, por cierto, delante del gran embalse.

Nuestra enhorabuena a su alcaldesa con todos sus regidores.