Después del trabajo realizado que permitió analizar en profundidad cual era el estado actual y su viabilidad en el tiempo comprendí que la estructura de aquel negocio era deficiente en dos aspectos fundamentales que venían dado por la propia naturaleza de su actividad ya que el 75% de la facturación se hacia los fines de semana fundamentalmente los domingos. Entonces todo estaba infrautilizado en cuanto al personal como era lógico solo trabajaba a pleno rendimiento dos días a la semana y de los obradores más de lo mismo. En aquellos momentos no existía la legislación laboral que hoy gozan las empresas que pueden contratar de manera más flexible.

La única solución que vi y aporte fue: la creación de un tercer punto de venta pero de determinadas características, tenía que ser en Madrid capital y un sitio comercial con afluencia de público. De esta forma se hubiese podido llegar a casi el aprovechamiento integral de la estructura que no carecía de nada, hasta teníamos furgoneta de reparto con su correspondiente conductor. Vi un local magnífico en Raimundo Fernández Villaverde esquina con Orense y además estaba en muy buenas condiciones de precio y el decorador de cabecera nos daba muchas facilidades.

Hubiese sido una gran oportunidad para hacer rentable aquella empresa que nos habría dado la cuerda necesaria para llegar a esa gran empresa de CATERING que hoy existen pero nosotros éramos los primeros.