«MEMORIAS DE UN DESCONOCIDO» CUARTA ENTREGA DEL CAPÍTULO 25

Alrededor de ese tiempo le dije en mi llamada: Sr. Barba en breve salgo hacia Valdepeñas, deseo que para cuando llegue, usted haya comprado todos los campingas que pueda haber en las ferreterías de ese lugar, y que los coloque usted en todos los lineales y sitios estratégicos, y si no son suficientes búsquelos en los alrededores, si fuera necesario vayan a Ciudad Real. Otra cosa que deseo que haga es que cite al corresponsal del periódico LA VERDAD que además vive en el mismo edificio donde tenemos el supermercado a ser posible a las nueve de la noche. Llegamos sobre las ocho de la noche ya que era invierno, y estaban funcionando casi todos los campingas que habían podido comprar en toda la zona, lo de Ciudad Real lo habían dejado para el día siguiente, el corresponsal del periódico hizo acto de presencia enseguida. Le dije al Sr. Barba que dijera al personal que si le apetecía estaban invitados a hacer una cena picoteo en un lugar típico de Valdepeñas el cual ya conocía de otras veces que daban magníficas chuletillas, conejos al ajillo y muchas otras cosas típicas de la mancha, todo ello regado con el buen vino de la tierra.

Una vez habíamos cenado me propuse dar información a los vecinos y en particular a las amas de casa del lugar: para ello le pedí al corresponsal de LA VERDAD que por favor tomara nota de lo que le iba a dictar para que al día siguiente saliera en su periódico a toda página en forma de comunicado.

Lo primero que tuve en cuenta fue que en esos momentos aún estaban teniendo los pactos de la Moncloa, que recomendaban la creación de puestos de trabajo y el desarrollo de las zonas más deprimidas, era vital para el crecimiento global de nuestra economía, todos esos argumentos los emplee, pero sobretodo reconociendo nuestra “precipitación” y entonando nuestra “mea culpa”. También incluía en el comunicado que nuestro supermercado poseía unas instalaciones con lo más moderno y funcional que existían en esas fechas, y si me apuran diré que fuimos pioneros en muchas cosas que explicaré en su momento, lo que si dije también que había sido testigo ocular de cómo se paseaban las ratas por el mercado de abasto, no me importó decirlo ya que habían sido los propios vecinos los que me llevaron a ver el “espectáculo”. Total que nos tuvieron sin luz más de un mes, si había que echar culpas estas serian para nuestro amigo Utrera y el delegado de IBERDUERO que ambos estaban seguros que harían la instalación eléctrica del supermercado, pagamos las consecuencias pero de una manera relativa ya que nos hicieron una publicidad tremenda y totalmente gratis, pues cada día vendía más. O sea que un supermercado se alumbrara con campingas se hizo viral, si trasladamos el palabro en el tiempo.

Bueno, Y si alguien lee estos escritos y se pregunta por fin, ¿quien hizo la problemática instalación eléctrica?, tengo que decirle que: Mi queridísimo HERMANO.

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