Empiezo este comentario recordando las palabras de Jesús según El evangelio: de que no solo de pan vive la persona, reconociendo que las personas necesitan del pan para vivir, y lo demostró con el milagro del pan y los peces.
Pero antes de producirse dicho milagro dijo a sus apóstoles: antes de hablarles de Dios a esta muchedumbre, hay que darles de comer, con lo cual estaba reconociendo que las personas están compuestas de un cuerpo que hay que alimentar y de un alma para que podamos sentir.
Mientras exista este equilibrio en los seres humanos podremos subsistir. La vida, no digo que sea placentera, pero si digo que puede ser llevadera para todos.
Lo que deseo decir es: que si se rompe ese equilibrio y cae la balanza a uno de los dos lados, mal asunto, ya que si cae del lado del cuerpo, se puede llegar al hedonismo y si cae del lado del alma se pude llegar al fanatismo y los dos extremos son a mi entender de horror.
Hago este preámbulo para llegar al día de la Madre de este domingo 2 de mayo como primer domingo del mes y un mes antes de esta fecha preparé y escribí un poema para las madres. Pensando en ellas seleccioné a seis colegios de la zona en donde vivo. También seleccioné a tres importantes firmas de perfumería y belleza; lo mismo hago con dos grandes supermercados. Todo ello me ocupa todo ese mes previo que ya he comentado pues sólo cuento con mi persona que a continuación expondré y advierto que mi edad está muy en los albores de los ochenta, pero tampoco es una ventaja ser una persona mayor que se esfuerza por dar algo de felicidad.
Estos seis colegios, todos ellos dan enseñanza de primaria, con lo cual pensé que ese poema que había realizado podría formar parte de ese trabajo que hacen los niños por indicación de sus profesoras -no sé si me equivoco pero creo que son profesoras los que se ocupan y enseñan a estas criaturas-.
Con el gesto de ir uno por uno a cada colegio, presentar el poema, dejarlo físicamente para someterlo a su aprobación en la dirección de cada colegio, para que al fin todos los niños y niñas pudieran gozar dándoles a sus madres un poema que ellas -me atrevo a decir que agradecerían-.
Decía mi madre, que a su vez decía su padre que “el arbolito desde chiquitito” y que razón tenía mi abuelo materno, ya que los principios en toda criatura serán los que se irán desarrollando a lo largo de su vida, y auguro que los sistemas de enseñanza actuales en primaria, van a aportar poca sensibilidad cuando sean mayores de edad.
Bueno, mi esfuerzo no ha sido fructífero, pero me queda la satisfacción de haber intentado una obra muy noble. No me ha costado mucho materialmente hablando, lo único que siento es no haber podido poner mi granito de arena en la formación espiritual de esas criaturas.
Alguien dijo: qué buenos vasallos si tuvieran buen señor y yo digo qué buenos niños si se saben guiar por personas adultas y equilibradas.
Sobre las empresas, tanto de alimentación como las de perfumería y belleza digo que hay muchas similitud pero no en actividades comercial sino que en sus objetivos no dejan ni un mínimo resquicio a la ternura y menos aún al romanticismo, cuando ambos sentimientos lo único que pueden aportar a cualquier actividad comercial es fidelidad y en consecuencia beneficios.
Tampoco ha quedado por mi parte el intentar hacerles comprender, a estas empresas, como debían hacerlo, sacrificando mínimamente la rutina del propio establecimiento para conseguir de su clientela lo más preciado de ella, como es el reconocimiento y el agradecimiento, de tal forma que se conjugue lo material con lo inmaterial, y así se consigue ese equilibrio tan sustancial en la vida de los seres humanos.
HAY OTROS VALORES, PERO NO SON LOS QUE SE COTIZAN EN BOLSA.
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