Dijo Jesús: dejad que los niños se acerquen a mí, ya que de ellos es el Reino de los cielos. También dijo Jesucristo en uno de los evangelios: ¡Hay de aquellos que escandalizaran a los niños, de aquellos será el llanto y el crujir de dientes!
Esto es lo que dice la justicia divina con la cual hay que estar de acuerdo porque no hay mayor justicia ni más noble.
Otra justicia es la que se legisla en los parlamentos la cual aplican los jueces de turno. Pero está al parecer tiene poca eficacia pues es superada por el maligno mimetismo.
Hay otra tercera que a mi entender podría ser la más interesante, ésta es: La EDUCACIÓN EN LA SENSIBILIDAD. Los seres humanos somos seres vivos y desde que nacemos nos tienen que estar cuidando igual que se cuida a una planta y si ésta se deja de regar, inevitablemente muere.
Este símil sirve perfectamente al ser humano pues si no recibe la atención necesaria desde que nace y no mama en su educación, la sensibilidad nunca tendrá un comportamiento bondadoso.
De esa forma no podrá percibir toda la belleza que nos rodea como por ejemplo el murmullo de los párvulos en el recreo o el de una cascada de agua.
Estos son dos minúsculos ejemplos de la grandiosidad que nos brinda la naturaleza. Tengamos la mente abierta a toda esa belleza para lo cual es muy conveniente que hayamos adquirido la suficiente SENSIBILIDAD.
SI ESTÁS DE ACUERDO CON LO QUE ESCRIBO, COMPÁRTELO.