Que maravilla es ver a tantas personas manifestarse por la causa más noble que el ser humano puede defender, como es la vida. Todo en nuestro planeta tiene vida, pero la de los seres humanos es la fundamental, porque son los que piensan y distinguen el BIEN del MAL.

Esta razón es lo suficientemente poderosa como para que la persona que ya está formada, pueda reconocer que el estar a favor del ABORTO es la mayor herejía que puede cometer una conciencia, porque esa conciencia sabe perfectamente que el abortar es un autentico CRIMEN -que aunque no lo dijera la ciencia que lo dice- seguiría siendo un crimen.

Para ello haría lo siguiente: preguntaría a toda mujer embarazada y que se estuviera haciendo una ecografía y el ecógrafo le pusiera la pantalla ante sus ojos y viera y oyera los latidos del corazón de la criatura que está en el vientre de ella, su madre.

¿Cómo respondería esa mujer a la siguiente pregunta? ¿Estaría usted dispuesta a quitarle la vida a esa criatura que está viviendo porque está usted dándole la vida?

Si la contestación es del todo humanitaria se habrá salvado una vida y una conciencia, y si es inhumana habrá que rezar por un alma indefensa y también por una conciencia de puro egoísmo.

Sobre la manifestación debo decir que fue un éxito total desde muchos puntos de vista, por ejemplo: la organización que denotaba que había mucho AMOR en sus manifestaciones, siento todo el comportamiento brillante y ejemplar.

Para poner el broche de ORO a todo ello nos deleitó con un grandioso discurso el Sr. Mayor Oreja que dijo palabras tan certeras y humanas, basadas en la verdad evidencial, ya que fueron todas sus palabras incontestables por nadie, aunque fuesen del todo inhumanos, quienes pretendieran hacerlo.
Dentro de mi postura personal que ha quedado patente, he de aclarar que estoy de acuerdo con los tres supuestos que se estableció en la primera Ley del Aborto de Felipe González y esto son los siguientes: 1 la violación 2º la malformación del feto y 3º el peligro de vida de la mujer. Sólo estrictamente estos tres supuestos sin posibilidad de ningún coladero.

Hecha esta aclaración sigo diciendo QUE LA VIDA ES GRANDIOSA.

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Ud. debería comprar este libro por dos razones:
La primera, para ayudar a unos niños que, por desgracia, padecen CANCER.
La segunda, tener un libro de Mil Y UNA REFLEXIONES, que aunque no sea alta FILOSOFÍA, sí es la filosofía de la vida, que nos está tocando vivir, en estos tiempos de enorme competencia.