Como prometí en la semblanza sobre la gastronomía, en los años mitad de los sesenta y todos los setenta de nuestro siglo veinte (digo nuestro porque la mayor parte de los que vivimos lo hemos hecho en él), me dispongo a comentaros algo sobre el tema.

         Al final del escrito del cual he hecho referencia decía: que haría también una semblanza de la gastronomía de este siglo XXI. No voy a hacer un escrito extenso ya que no he podido penetrar en ningún restaurante que puedan representar dicha gastronomía y lo que es más importante, tampoco he podido acceder a sus cocinas, pero aún teniendo estas dificultades que no son pocas, voy a tratar de dar algunas pinceladas sobre el tema en particular.

         En la actualidad no solo ha cambiado el concepto gastronómico desde la cocina sino que también lo ha hecho en el de los comensales, ambos conceptos han convergido en un mismo estadio, que es como decir: hambre y ganas de dar de comer.

         Hasta las últimas décadas del siglo XX se iba a comer a los buenos restaurantes donde sus platos eran abundantes y la calidad estaba asegurada. Esto se apreciaba mucho a la hora de elegir dónde comer o cenar, ahora todo ha cambiado y los criterios expuestos se han quedado en el baúl de los recuerdos.

         No cabe duda de que ahora la restauración ha dado un paso de gigante al incorporar conceptos no solo gastronómicos para que resplandezcan las buenas materias primas, sino que éstas estén revestidas de una estética lo más original posible. Para ello han contribuido grandes Chef y la primacía de ellos es de Ferrán Adrià que llega a decir que a su restaurante no solo se va a comer, – que también-, si no que se va a reflexionar.

         Afortunadamente todavía quedan lugares en los que puedes encontrar comida donde el protagonismo son: las materias primas, su cocina, sus platos abundantes, la sustancia, sin olvidar por supuesto la cuchara. No digo que esta cocina sea mejor, lo que sí digo es que debe seguir existiendo también como parte de nuestra cultura. Y darle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.

         Prometo ampliar este tema cuando tenga más información sobre él.