Pensaba que no ocurriría nada más denigrante que nuestro más importante gobernante se retractase de sus palabras al decir que jamás gobernaría con determinado partido, ya que no podría dormir ni él ni los españoles; pues ahí la tienen amortizando el colchón nuevo que le compró el presupuesto cuando cambió de casa.
Después de esto creía que ya no se podría superar tamaño despropósito de indignidad. Pues no, hay otra aún más fuerte y más preocupante. Como es que en casa de un político y en todo su perímetro hay infinidad de coches de la Guardia Civil apostados con sus respectivas dotaciones de agentes que se pueden contar por decenas -tendría que comprobar si la dotación de seguridad que nuestro Rey y Jefe de Estado es igual o similar o mayor o menor a la que goza este político recién llegado -esta es la anécdota-. Lo que no lo es, es que esto ocurra en un país con cierta solvencia democrática y que pertenece al CLUB EUROPEO ¿Qué estarán diciendo de nosotros cuando vean esas imágenes en las televisiones de sus propios países?
Todo lo que está pasando en nuestro país es serio y preocupante porque estos comportamientos dignos de dictadores y de reyezuelos no nos pueden llevar a ningún sitio esperanzado, si no todo lo contrario: que estamos enfilados a cualquier paraíso sudamericano como por ejemplo VENEZUELA.
Las dos esperanzas que tenemos para que esto no pueda pasar son las siguientes: la primera hago propia la frase de: WINSTON CHURCILL cuando dijo: “se puede engañar a muchos durante mucho tiempo, pero no se puede engañar a todo el mundo durante todo el tiempo”.
La otra esperanza es que a aparte de ser un país Europeo es que también formamos parte de una organización Europea.
Y voy a añadir una tercera: nuestras propias instituciones con nuestro Rey y Jefe de Estado a la cabeza.