Nacemos  todos sin saber nada de nada como es lógico, hasta nuestra adolescencia y dependiendo de lo que nos hayan transmitido los mayores en ese periodo de tiempo de nuestra vida. En consecuencia así nos comportaremos a lo largo de ella, de ahí, la importancia que tiene la educación en el periodo que va desde párvulo hasta la adolescencia. Si ha sido positivo y ha arraigado buenos principios estos darán sus frutos en el comportamiento de toda la vida de cualquier persona.

            Después de la adolescencia, podrás reflexionar y profundizar de cualquier materia que hayas aprendido incluso, inventar cosas nuevas pero su base de formación estará presente, en toda obra que acometa y realice, así como en sus triunfos.

            Esto es lo que suele suceder, generación tras generación y esperemos que no se rompa esta gran tradición, por el bien de buena parte de la humanidad, lamentando que la parte que queda no tenga las mismas oportunidades.

Todo asunto que no esté en manos de auténticos profesionales sobre todo éste que es de vital importancia ya que con él, se juega con el futuro de toda la sociedad, no puede quedar en manos solo de políticos, ya que no debe haber ideología en el saber pues éste tiene que ser lo más ascético posible.