Como por ejemplo todas aquellas, que desean el mal ajeno, por muy insignificante que éste sea, queda claro que lo que tenemos que hacer todas las personas es respetarnos, y no estoy diciendo que nos amemos.
Pero claro cuando una “persona” y lo entrecomillo como PUIGDEMONT y otros separatistas e independentistas lo que desean es romper España, mi España, donde he nacido desde hace ochenta y un años, pues mire usted señor FEIJÓO estos señores malvados lo único que desean, como ha quedado claro, es romper España y quedarse con la mejor parte.
Sr. FEIJÓO dígale usted al MAGISTRADO Sr. LLARENA que usted respeta a PUIGDEMONT, porque a lo mejor el MAGISTRADO no sabe que usted, Sr. FEIJOO, no sabe que PUIGDEMONT es un prófugo de la justicia española y está en BELGICA DE VACACIONES.
Poco dura la felicidad en la casa del pobre, pues eso me ha pasado a mí con su discurso de investidura, pues me hizo usted creer Sr. FEIJÓO que usted era un político con agallas para tratar a todos esos criminales que dan golpes de estado y además se van de rositas, porque el GOBIERNO que tenemos está más a los señuelos engañando a la población que a lo que realmente merece, que es en este caso que la justicia haga su trabajo.
Sr. FEIJÓO, también me debe usted respeto a mí, que le he enviado ciento diez escritos (110) y no ha tenido usted la voluntad ni la caridad de contestar a ninguno. Como ya he dicho, los próximos que cumpla, si los cumplo, serán 82 años.
COMO DECÍAN EN LA EDAD MEDIA: ¡QUE BUENOS VASALLOS!, ¡SI TUVIERAN BUEN SEÑOR!