¿El trabajo produce dinero? O ¿El dinero produce trabajo?

II

Admiro a los buenos empresarios pero maldigo a los especuladores, estos son sanguijuelas y ya sabemos cómo se alimentan dichos animales.
También quiero decir algo sobre los trabajadores o dicho de otro modo, los asalariados. Estos han de ser conscientes que no se debe cobrar a fin de mes sin haberse ganado realmente su salario. Quiero decir que están obligados con la empresa que les paga ese salario. La contraprestación correspondiente al mencionado salario y si comprende que no es remunerado de acuerdo al trabajo que realiza que lo haga saber y razone ese acuerdo con su patrón. De una forma individual o colectiva pero nunca haciendo dejación de su trabajo pues ésto es como escupir hacia arriba.

Me voy a permitir exponer mi primera reivindicación: cuando tenía unos siete añitos era monaguillo y me “contrataron” por un real de entonces que sumaban al mes siete pesetas con cincuenta céntimos, más el desayuno. Cuando fui a desayunar el primer día y vi en qué consistía dicho desayuno, se me cayeron los palos del sombrajo.

Estuve yendo a desayunar muy pocos días pero seguí haciendo mis obligaciones sin faltar ninguno. Cuando la comunidad de monjas que regían la iglesia y el hospital se dieron cuenta que yo me iba de la cocina sin tomarme aquella bazofia de café y el mendrugo de pan duro que me calentaban en el horno, comentaron a la monja encargada del culto que me preguntara por qué no desayunaba… lo hizo y le contesté que en mi casa desayunaba mejor -cosa que no era verdad-. A partir de ese día de lo que servían a la comunidad me apartaban en una bandeja mi desayuno que a partir de entonces consistió, diariamente, en café en una jarrita y leche en otra, un azucarero y tostadas con mantequilla y mermelada y los domingos un huevo frito con su correspondiente choricito y en vez de en la cocina, lo tomaba en la ropería, o sea que yo no escupí hacia arriba.

El estado de bienestar, llamado así como si fuera el maná; dicho estado ha de estar financiado con los impuestos, justo es que el Estado deba recaudar pero nunca hacer creer que es gratis.

Bueno, me he desviado un poco del principio, aunque todo está relacionado. La política monetaria está caduca, ya no sirve, como ya he expuesto. Tenemos que darle la vuelta como a un calcetín, procurando encajarlo en estos nuevos tiempos de abundancia, desarrollo y tecnología casi infinita, para que redunde en forma de bienestar en todos los seres humanos. Pero concienciándonos que todos tenemos que luchar por conseguirlo y contribuir al bien común.

Si todos pagamos lo que se requiere para todos. Todos nos beneficiamos más y pagaremos menos todos.
Pagando todos, cada uno paga menos.

RECAUDACIÓN = DISTRIBUCIÓN IMPUESTOS.

EL LIBRO LAS MIL Y UNA REFLEXIONES
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LA FUNDACIÓN ALADINA DE NIÑOS CON CANCER
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Ud. debería comprar este libro por dos razones:
La primera, para ayudar a unos niños que, por desgracia, padecen CANCER.
La segunda, tener un libro de Mil Y UNA REFLEXIONES, que aunque no sea alta FILOSOFÍA, sí es la filosofía de la vida, que nos está tocando vivir, en estos tiempos de enorme competencia.

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