Cuando un acontecimiento que has vivido en el pasado, tu mente llega a él como si acabara de ocurrir, sobre todo si la memoria es buena y está bien ejercitada, en esos casos, pueden pasar los años pero no importa ya que los trae a tu presente como si hubieran sido ayer.

Lo que quiere decir es que el tiempo no existe para el deseo de tu voluntad. Comprendiendo que el pasado pasó como un proyectil atómico y regresa a tu mente a la misma velocidad es más ni tan siquiera tiene que recorrer el camino de vuelta, ya que no se han ido de tu mente aquello que hiciste o aquello que hicieron.

El presente es estar proyectados en el futuro y al mismo tiempo indagando en el pasado, de tal manera que bebes en todas las fuentes, la de la experiencia y la imaginativa, y es donde nacen los embriones que dan pie a que en el futuro nazcan nuevas cosas que no habían existido nunca.

El futuro es donde te encuentras que ya está todo hecho, pues no, porque el futuro se convierte en pasado y el pasado lo hace en presente y vuelta a empezar ya que la evolución es constante y el tiempo siempre es inamovible aunque no lo sea para nuestras mentes.

De ahí que los razonamientos al respecto sean siempre conjeturas por mucho que lo hagan personas de prestigio reconocido y basados en lógicas matemáticas.

El único que encontró una “solución” fue el Sr. Einstein que desarrollo la ley de la RELATIVIDAD.

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