Que pena que lo que conmueva a la juventud y también a los que no son tan jóvenes y hagan de un espectáculo musical el “ley motiv” de sus vidas y es ahí donde centra todas sus aspiraciones hasta el punto de enajenarse mientras asisten al espectáculo como si no existiera un MAÑANA.
 
            Que conste que no me refiero a los ARTISTAS y cantantes, pues ellos defiendes su profesión y su CACHÉ de una manera honrada dando en el escenario todo lo que tienen dentro de su ARTE.
 
            Comprendo que la juventud desee divertirse y pasarlo bien, pero no de una manera enajenada pasando noches sin dormir a puro intemperie y pagando las entradas a unos precios exorbitantes, sobre todo si son de reventas, y se dan casos que para comprar dichas entradas se han fundido sus ahorros y hasta los habrá que hayan tomado un mini crédito.

            Claro que, esto que pasa hoy con la juventud y los no tan jóvenes, no pasaba en los tiempos ROMANOS, ya que la juventud y los no tan jóvenes estaban siempre a disposición del EMPERADOR de turno y dependiendo siempre de sus prioridades de conquistas eran llamados, los jóvenes y los no tan jóvenes, a las correspondientes batallas.
 
            Claro, si a mí me dan a elegir el vivir en tiempos romanos y pasarme la vida de batallas para ganarte un pequeño huerto si no has caído en una de esas batallas de conquista, prefiero vivir en los tiempos actuales.
 
            O sea, a mis 82 años prefería también ser un hedonista y acudir a la reventa y comprar una entrada por ver y oír a TAYLOR SWIFT.