Nadie puede castigar
Pues es un derecho divino
Que nos merecemos todos
Porque buenos, buenos
No hemos sido
Hay castigos veniales
De rezar el padre nuestro
Pero otros son tan
Graves que no los
Soporta el cuerpo
Como que alguien
De tus seres queridos
Te rechace sin motivos
Esa pena es muy fuerte
No te deja descansar
Ya que está siempre en
Tu mente sin poder
Ni respirar
No sé si me lo merezco
Pues no tengo capacidad
Para entender ciertas cosas
Difícil de asimilar
Pero no me desespero
Pues hay peores castigos.
Que pregunten a Jesucristo
Que, el más injusto sufrió
Y además nos perdonó.