Resulta que este calamitoso gobierna un país que él cree de su propiedad y, en consecuencia, no tiene ningún límite para hacer lo que le da la real gana.
 
Por ejemplo, en este caso, mientras tiene a todos sus corifeos en el Congreso de los Diputados completamente alterados, coge el FALCON y se va a NUEVA YORK, donde se porta como un auténtico hombre de Estado y pronuncia un discurso de lo más democrático.
 
Y yo me pregunto: ¿no tienen estas grandes universidades un equipo médico que al menos le hubiera tomado la temperatura a este impostor que, en España, se comporta tal y como es, un auténtico estafador político?
 
Creo que él pensaba que, habiendo tanta distancia kilométrica, podía decir una cosa en España y otra tan distinta en NUEVA YORK, confiando en que nadie en España se enteraría de lo que decía en América, ni nadie en AMÉRICA de lo que decía, este calamitoso, en España.
 
Pues parece mentira que, a estas alturas de la película, cuando ya la inteligencia artificial y las distancias no existen en el mundo entero para la información, este individuo que maneja un país como España —el cuarto en importancia de la Unión Europea— piense que, por mucho que se apoye en sus votantes, que poco a poco lo están abandonando, porque la verdad y la realidad son tozudas.
 
Como ocurrió, por ejemplo, ayer, cuando sus propios corifeos lo abandonaron y dejaron la bancada azul completamente VACÍA.
 
Y el Ejército esta “bueno”, su dueña MARGARITA pretende que se defiendan —y nos defiendan— con tirachinas y alguna onda de David.
 
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