Hace aproximadamente medio siglo la situación en España era la siguiente: teníamos una población no mucho menos de la que tenemos ahora, que son unos cuarenta y siete millones de habitantes con lo cual no hay gran diferencia sobre su población activa. Pero al decir población activa no quiero decir que son personas que están trabajando ahora, no, quiero decir que son personas que están en edad de trabajar en la actualidad.
Antes, aquella población activa trabajaba casi todo el mundo y hay que decir que con cerca del pleno empleo, el producto que se obtenía era bajísimo comparado con el producto que hoy se obtiene, pero más adelante trataré de despejar la gran paradoja de hacer con más menos y con menos más.
Evidentemente hace medio siglo todavía no había comenzado la tercera revolución industrial y en estos momentos se ha superado la cuarta y se está aplicando la quinta -quiero aplicar el termino taurino de no hay quinto malo-.
¿De qué se ha olvidado este aluvión de desarrollo hecho por la persona? Pues se ha olvidado de la propia persona, ya que no ha tenido en cuenta que todo lo que hacía tenía que ser consumido y disfrutado por toda la población, no una parte de esa población.
Si eso no es de esa forma nos encontramos con que cada vez se desarrolla una máquina nueva, dicha máquina expulsa a x personas de su puesto de trabajo, y si esa máquina es desarrollada en la actualidad, es automática y digitalizada, entonces no expulsa a x sino que expulsa a todos. Si sigo por este camino llego a la robótica, entonces no será la industria sola la que esté afectada, sino que serán los servicios y las personas físicas las que serán sustituidas por humanoides.
O sea que antes de llegar a la mitad del siglo XXI, una muy buena parte de la humanidad estará de brazos cruzados dedicada en principio a no hacer nada.
Ahora bien, la paradoja es ésta, ¿Cómo antes con un producto tan bajo que podría significar -por decir algo. Un 10% de lo que se produce ahora, podían trabajar casi todos y subsistir también?
Evidentemente en esa época no tenían las necesidades que hoy existen ni tampoco estaban creadas, con lo cual tampoco producían traumas para obtenerlas.
La segunda paradoja es más grande que la primera. Existiendo hoy las grandes industrias automatizadas, digitalizadas, robotizadas, virtualizada más la memoria artificial de tal manera que en realidad los obreros brillan por su ausencia, y que estas empresas producen ese 10% de la primera paradoja elevado al cubo.
Estos ejemplos como podrán observar es para todos los sectores de la economía, abundando en ellos, ahí están BBVA y LA CAIXA-BANKIA con miles de empleados, tanto una como la otra, de estas dos entidades de crédito, pone fuera de la circulación laboral a esos miles y miles de personas que ya será difícil, casi imposible, que vuelvan al mundo laboral y así suma y sigue.
Con estos ejemplos se llega a una conclusión que es también una reflexión y que si todo lo “hacen” las máquinas ya no se necesita la intervención humana para producir absolutamente todo lo manufacturable. Evidentemente esto es un gran logro para la humanidad, sobre todo si este gran logro no repercutiera en el aumento del paro, sino que ese logro lo disfrutara la humanidad repartiéndose el poco trabajo y el apabullante producto.
¿Cómo se puede hacer semejante utopía? Como dicen, doctores tiene la iglesia – o economistas, sociólogos, urbanistas e intelectuales tiene la sociedad, y que todos ellos más los buenos empresarios se encierren y no salgan hasta que vean una solución viable, porque lo que no es de recibo es que en una sociedad de abundancia acurra lo que está ocurriendo en la nuestra, donde los parados se cuentan por millones y el producto está a rebosar.
POR MEDIO DE LA IMAGINACIÓN SE LLEGA A LA SOLUCIÓN.
NOTA: adjunto un escrito que
Publiqué hará un año, titulado:
SUSTITUCIÓN COMPENSADA
Que está relacionado con éste.
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