Es obvio que la caída de la demanda se produce como consecuencia de la crisis, o la crisis como consecuencia de la caída de la demanda. Pero esto no es nada más que un galimatías, como por ejemplo, ¿Qué es primero, el huevo o la gallina? Que sin estar definido, para mí cualquiera de los dos me sirve como referencia o punto de partida. No podemos olvidar que la base de nuestra economía, y yo diría que la del mundo general, pero insisto que solo hablaremos de la nuestra, está basada en un “consumismo”, pero por muy peyorativa que esta palabra pueda ser, no es solo el consumismo, sino que para que esta se pueda dar, tiene que existir otros dos conceptos, que son la transformación o producción y los recursos. Y aquí quiero insistir que es donde sin ningún tipo de demagogia por parte de nadie, está la clave de la economía y ahora explicaré el porqué yo lo veo así.

En principio he entrecomillado la palabra consumismo, como algo peyorativo, pero si a ese mismo concepto le aplico la palabra consumo, del verbo consumir, es tan solo eso, un concepto.

Estas aclaraciones son por un lado para decir, que el consumo es lo más antiguo de la humanidad. Fíjense bien, más antiguo aún que el propio pensamiento, porque no hace falta pensar en determinados momentos para consumir algo.

Podría parecer que yo defiendo a ultranza el consumo, no ni mucho menos, sino que quiero situarlo en su lugar justo, y en consecuencia un consumo desmesurado podría llevarnos no al consumismo, que como he dicho es algo peyorativo, sino a un desequilibrio económico y eso si es serio.

Entonces la caída de la demanda puede frenarse en cualquier omento, cuando se tienen las ideas claras sobre los tres conceptos que yo he utilizado en este problema, es decir: los recursos, la transformación o producción y el consumo.

Al decir ideas claras, quiero decir que en determinados momentos puedes poner más énfasis o mejor dicho, darle más prioridad a uno de los tres, pero siempre teniendo en cuenta cómo le pueden afectar a los otros dos conceptos.

Considero este punto, sin entrar en más matices, pues, como ya he dicho en el anterior apartado, dichos matices vendrán dados como consecuencia de la interrelación.