Después de esquematizar y sintetizar los hipotéticos problemas existentes, trataré de hacer la correspondiente relación de los recursos. También trataré de hacerlo por orden de importancia. Pero he de decir que fue para mí una gran sorpresa, cuando veo que en primer lugar los técnicos han diagnosticado que son los parados otra vez los primeros:

1) La población activa (los parados).
2) La agricultura.
3) La ubicación geográfica.
4) Los aceptables recursos minerales.
5) La infrautilización de nuestra industria. Nuestro idioma.
6) Nuestros buenos empresarios.
7) El Estado.
8) El ingenio.

Voy a hacer una observación sobre el último de los recursos. Pienso que este es individual y que no tiene la fuerza que tendría si fuese colectivo, pues si fuese colectivo, en vez de ingenio, sería imaginación.

El paro

Es evidente que en estos momentos es de difícil solución, pero ya no hay otro. Quiero decir que las medidas que voy a tratar de explicar, hubiesen sido más fáciles de aplicar cuando se inició la tendencia, pero insisto, ya no es posible, y aún así es lo que haría en los momentos actuales.

En primer lugar pondría stop a que se perdiera un solo puesto de trabajo. Para ello formaría muy rápidamente los equipos necesarios para analizar cualquier situación de crisis en cualquier empresa que tuviese más de diez empleados en nómina. Hago este límite porque también hago el cálculo siguiente: diez empleados puede ser por una media de cuatro personas a su cargo, son cuarenta las personas que sufren el desempleo. Paralelamente crearía una institución de empresarios, donde se pudieran aglutinar los buenos existentes, y aquellos nuevos que tuviesen auténtica vocación de serlo, y a todos explicarles que se trata de salvar nuestra economía, mediante el espíritu necesario de sacrificio y dedicación.

Es evidente que estoy exponiendo algo un tanto utópico, pero si no lo fuera y así lo deseo, sólo podría ponerlo en práctica el estado, pues sólo el estado tienes los instrumentos a su alcance y digo instrumentos y no medios, porque considero que sería mucho más barato mantener diez o más puestos de trabajo que engrosas la nómina de parados, y más barato aún que crear esos diez o más nuevos puestos de trabajo. Y aunque esto lo analicemos por separado, es evidente que uno de los pasos importantísimos en la creación de nuevos puestos de trabajo, es poner punto final a la caída del empleo.