Ya he descubierto lo que falla en la democracia. Le falta como todo en la vida su correspondiente contrapeso. No puede ser que los votos de los ciudadanos sean suficientes para que una persona disponga de tu vida y que esa persona pueda ser un lerdo y hasta un psicópata y que pueda tomar las decisiones por ti. Esa es la mayor anomalía del sistema democrático al cuál se le ha dado y se le da una garantía ciega.
Recuerdo que hemos recorrido un buen trecho del siglo XXI y que sería bueno que el sistema democrático no que se sustituyera, claro que no, sino que se reforzase. ¿Cómo? Creando el correspondiente contrapeso que a continuación voy a tratar de apuntar para que los expertos tengan la entrada y puedan desarrollarlo.
Una vez celebradas las correspondientes elecciones a corte y senado y con el recuento ya hecho, aplicando a cada partido político los correspondientes diputados y senadores, éstos se someterían a un examen de idoneidad.
¿De qué forma? De la siguiente: en ambas cámaras se habría formado un estrado de diez personas con las características siguientes: estas personas serían todas independientes a toda política de cualquier signo además que fueran doctores cada uno en las diez disciplinas más idóneas para cubrir los problemas que tiene una sociedad de cuarenta y siete millones de personas. Tener sus vidas y la de sus familias resuelta económicamente.
Con todo esto y una lupa de mucho aumento para cada uno, pienso que podría ser el contrapeso al cual me he referido antes. De esta forma este estrado en congreso y en el senado nos daría buena parte de garantía y “seguridad” de que los diputados y senadores no reciben el cheque en blanco antes de haber demostrado su idoneidad ante el estrado de diez personas de total garantía.
Todo ello significaría una gran garantía para todas las personas que han depositado su voto en las urnas, decir también que para aquellos que votaron por ideología es una garantía complementaria que mira por sus intereses.
Además de reforzar el sistema democrático, que buena falta hace y para los detractores que estén subidos en la mamandurria, decirles lo que dicen en mi pueblo los agricultores del cereal. Nunca es mal año por mucho trigo.