Al ser inviable del todo a mi entender, el poder dotar de un parking a ese local, lo está limitando en lo fundamental como es que las ventas sean menores, y al estar limitado a una clientela de mucha proximidad hace también que las operaciones sean de menor cuantía.
Lo que se podría llamar un círculo vicioso, ¿Cómo se podría romper dicho círculo vicioso? A mí se me ocurre lo siguiente: en principio se marcaría un perímetro a estudiar desde el punto de referencia de la propia tienda. Y dentro de ese perímetro calcular todos los inmuebles que existen y a su vez multiplicarlos por las viviendas de cada inmueble y si se consiguen esos datos habremos conseguido el potencial de mercado que tiene ese negocio.
Una vez conseguida esa fase se pasaría a la siguiente, que sería la de captar la mayor parte posible de ese potencial.
¿Cómo se conseguirían estos objetivos? Seleccionando un equipo de señoritas azafatas de acuerdo a los objetivos prefijados. Estas señoritas tendrían un adiestramiento muy especifico de acuerdo también a la labor que tendrían que realizar, teniendo en cuenta hasta factores no específicos de su labor, que sería el informar de las ventajas que significaría el hacer la compra por teléfono o por internet para aquellas personas que gocen de esta tecnología.
Otra función de estas señoritas azafatas sería el asesorar a las amas de casa como podrán almacenar una compra de una media quincenal o quizás de un periodo superior.
También tienen que transmitir mucha seguridad ya que los tiempos que estamos sufriendo hay muchos timos de todo tipo, en consecuencia han de ir uniformadas y de dos en dos. También conviene que los uniformes sean de un diseño sencillo y elegante y en tonos claros de tal forma que ayuden a crear confianza desde el primer momento.
Esta recomendación la hago desde mi observación por vivir en la zona muy próximo a la ubicación de esa tienda de Carrefour de C/ Julián Romea, 4.
También he de confesar que a mediados de los setenta del siglo pasado desarrollé una importante cadena de supermercados y ese desarrollo fue desde la A, a la Z incluido en aquel tiempo el implantar el inventario permanente.
En otro escrito más amplio que publicaré en mi Web próximamente detallaré como lo hice y con qué tecnología conté hace medio siglo.
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