Una persona como un servidor que por mi edad -ya ochenta años los próximos que cumpla- ha nacido y ha vivido media vida en pleno franquismo, en consecuencia, está en condiciones de relatar sus vivencias tanto de la primera parte como de la segunda.
La primera evidentemente fue toda con Franco como Jefe de Estado reconocido por todo el mundo libre, encabezado por los Estados Unidos. LA verdad es que no viví nuestra guerra “incivil” y la pos-guerra prácticamente tampoco, pues nací en el cuarenta y dos del siglo pasado.
En ese periodo de mi vida no tengo que hacer ningún reproche absolutamente a nadie pues fui completamente libre para organizar mi propia vida. Eso sí, no había los medios que se tiene ahora y se disfrutan, como por ejemplo que hoy la juventud se lo pase muy bien y se lo merecen ya que solo se es joven una vez en la vida.
Pero no olvidemos el origen de las cosas pues las cosas no son por generación espontánea. Todas ellas tienen sus orígenes, claro, que hay que comprender, que la memoria es lo que más débil que tiene el ser humano.
Tanto es de esa manera que tenemos una ley de Memoria Histórica para que el individuo y la individua recuerden lo que realmente pasó, no que recuerden lo que plasman en esa Ley.
Es decir: lo que tú personalmente has vivido eso no cuenta en la ley y lo que han escrito los historiadores en los libros ya publicados ¿Qué se hacen con ellos? Se queman como en tiempos de la Inquisición.
¿Recuerda alguien que si hubiesen ganado la guerra en España, los comunistas, hubiésemos sido un país satélite de la Unión Soviética?
Esto ya está prácticamente olvidado, pues personas de mi generación vamos quedando pocas. Para que no pase esto están los historiadores que aunque no todos sean objetivos, aún así todos hablan de los hechos históricos.
Estos señores hacen suya la reflexión Nº 51 de mi libro que dice: SI LA HISTORIA NO FUE COMO FUE, SI FUE COMO SE DESEÓ QUE FUESE.
También se dice que cuando olvidas tu historia estás obligado a repetirla.
Les voy a poner un ejemplo de un republicano no de ideas sino de hecho que fue mi padre y que se significó como tal pues fue co-administrador con otro republicano del hospital de Osuna.
Como consecuencia de esa significación sufrió el estar en la cárcel hasta que terminó la guerra, y salvo la vida gracias a que mi madre hizo que su padre, mi abuelo, moviera todas sus influencias como hombre de honor y muy respetado en aquella ciudad.
Por supuesto que mi padre no se iba a ir de rositas, ya que le hicieron subir a un estrado raparle el pelo y ponerle en la cabeza el yugo y las flechas, además de hacerle beber un vaso de aceite de ricino.
Además de todo eso, que fue su testimonio, voy a contar otro testimonio pero éste vivido personalmente- que no es que dude de los testimonios de mis padres, pero es que aún no había nacido-.
En cambio en el que voy a contar ya tenía la suficiente edad para enterarme de las cosas como por ejemplo lo que contaba mi padre -si mi padre- él había sufrido todas esas indignidades y que estuvo a un paso de ser ejecutado y de que no lo fuera, ya lo he explicado anteriormente.
En verano era costumbre por las noches el hacer tertulias entre los vecinos más próximos; se sacaba la silla cada uno de su casa, y se reunían en las puertas de algunos vecinos en plena calle -cuando las calles eran aún todavía de las personas-.
En estas reuniones solía haber más mujeres que hombres, razón ésta para que a mi padre se le reconociese cierta “autoridad” en la exposición de sus vivencias.
Una de esas noches contó lo siguiente: que él que había sufrido y padecido tanto, admitía que la obra que estaba haciendo Franco estaba ya dando sus frutos y que lo más importante de esa obra se vería en un futuro, más o menos inmediato. En ese sentido mi padre fue un visionario ya que cuando Franco murió dejó una potente clase media.
Esto es un hecho en nuestra historia, se pongan como se pongan lo que hoy quisieran borrar esa parte de nuestros logros y bienestar.
Otro logro, fue el propiciar que se llegaran a grandes acuerdos para elaborar la Transición ya que la clase política que dejó, eran de ideas nobles, lo cual ayudó a los acuerdos para elaborar una Constitución que va camino de sus bodas de oro, si no hay malvados que se opongan a ello. Estos ya llevan postulando mucho tiempo tratando de deshacer lo mejor que le ha pasado a nuestra España, al menos en los dos últimos siglos.
Estos malvados son precisamente hijos y nietos de ese franquismo que ellos quieren revivirlo para ahora vencerlo, como al CID Campeador y poderlo vencer después de muerto, aunque el Cid lo hizo completamente al revés.
Evidentemente la Transición en España fue un modelo político admirado por muchos países, y seguido por algunos, y eso fue posible, porque fueron hombres y mujeres que se respetaban a sí mismos y respetaban a sus semejantes, y se dieron cuenta tanto unos como otros que el camino que tenían para conservar la clase media y a más a más mejorarla era el de llegar a un buen consenso.
Con ello nos proporcionaros cuarenta años de democracia política y de democracia económica; con nuestra CONSTITUCIÓN del 78 doy las gracias a todas esas personas que la propiciaron.
La pena es que en los últimos años, esos malvados nos quieren dejar huérfanos de ese tesoro de convivencia, en el cuál podamos estar todos, pensemos como pensemos.
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