Dulce brisa
sueva espiga
estremecedor pensamiento
cuánta dicha.
Tus caricias me deleitan
tus palabras son los pétalos
el jardín está en tu cuerpo
¡y tus besos!
Tus besos son las ascuas
que yo apago en mi pecho
después de haberme dejado
el calor de tus secretos.
Qué armonía hay en tus
labios inquietos.