
Estamos viviendo de la manera más insólita que cabe en una democracia consolidada y homologada por la Europa moderna como la de España. Esto es así pero con mucha interrogante en estos últimos tiempos.
Hay que reconocer que ello no fue gratis sino que fue gracias a la inteligencia de muchos españoles de bien que aparcaron y sacrificaron sus ideologías para abrazar, el sentido práctico y con él, hacer el bien a muchos millones de personas que lo que querían era vivir mejor y sobre todo, más libres.
Pero conociendo que en el aspecto económico se habían dado pasos importantes pues ya era notable el aumento de la clase media. Tanto fue así que hay que reconocer también, que la generación que hizo posible la transición, fue el fruto de esa clase media con los conocimientos que pudieron adquirir para la gran formación que demostraron con D. Juan Carlos a la cabeza.
Todo ello significó un gran paso adelante consolidando y agrandando el desarrollo del cual veníamos disfrutando, en los últimos tiempos. También sirvió para que Europa nos tuviera en cuenta y nos considerara que ya estábamos preparados, para entrar en su seno. Lo que significó que en un plazo muy corto alcanzamos el nivel de vida necesario para poder competir con ellos en lo económico y otros campos.
Y ahora llegan cuatro, queriéndose cargar todos esos cuarenta y algunos años y para más inri, se trata de gente que han sido los más beneficiados de esa situación o sea que en vez de dar gracias a que han nacido en un lugar privilegiado se dedican a ponerlo todo patas arriba y llevarnos a la miseria, tanto económica como moral.
Ya como he titulado en este escrito, hay personas que han levantado la voz hablando de resistencia, a estos atropellos sin sentido por lo menos para personas de bien que lo que desean es poder vivir lo mejor posible él y los suyos. Y sobre todo el ser gobernados con eficacia y honradez.
A la persona que la he oído por primera vez decir la palabra resistencia ha sido a Dña. Rosa Díez, persona política no sospechosa de no haber sido crítica con todos los partidos que nos han gobernado incluso el suyo propio como fue el partido socialista.
Ella que pagó caro el no llegar a un acuerdo con Ciudadanos -aunque quizás fueron éstos los que lo pagaron más caro- pero ahora esta señora está en condiciones óptimas para no tener que bañarse y guardar la ropa y no mojarse hasta donde ella lo desee.
Es triste que pase lo que está pasando, en las circunstancias de pandemia que está sufriendo España, pero aún así la están aprovechando para todo tipo de tropelías con el objetivo de cuanto peor, mejor.
Adelante Dña. Rosa no está usted sola.
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