Cuando se piensa se hace en horizonte muy corto, por no decir que no vemos más allá de nuestras propias narices. Cuando la imaginación no tiene límites y el horizonte es infinito lo hacemos tan reducido por miedo a equivocarnos. Qué pena, cuando todo está en el universo y en la mente.
También es verdad que todo lo que ha conseguido el ser humano ha sido por su imaginación y porque todo lo ha encontrado en ese horizonte que es la naturaleza.

En la naturaleza se ha encontrado absolutamente todo, pero el ser humano en el empeño, se ha dejado casi todo de esa naturaleza, también olvidándose de para qué hemos sido creados. Yo personalmente no puedo decir para qué hemos sido creados. Lo único que puedo decir al respecto es: que no ha sido para devorarnos unos a otros.

En mi imaginación veo a unos seres humanos con más sentido práctico, donde las personas se benefician beneficiando y donde nadie es oponente, sino que la mitad de todo el mundo colabora con la otra mitad. Eso no deja de ser una utopía nadie podrá decir que no es una bonita utopía para llegar a ese sentido práctico, el cual perseguiré hasta mi último aliento. Viviré pensando e imaginando esa grandiosa utopía irrealizable porque está fuera de todo alcance humano, aunque la bondad existe pero la maldad también y ésta es la que se impone para a lo mejor conseguir menos cosas que con la bondad, pero el ego siempre limita el campo de acción.