Pobre España en que momentos estamos viviendo con la incertidumbre por encima de la nariz sin poder ni tan siquiera “respirar”. Nadie en estos momentos puede hacer ningún plan de futuro ni a corto ni a medio plazo, y menos aún a largo.
Esta situación es la peor que le puede pasar a la persona que ha alcanzado una estabilidad social y que ve a su familia que pueden ser víctimas de esa incertidumbre. Ese estado para esas personas responsables es lo que no deja vivir ya que no ven soluciones de esperanza.
Es triste también el no poder hacer nada para remediar lo que se nos vienen encima y lo que nos viene encima no es otra cosa que el hundimiento de nuestra economía.
Nuestros dirigentes, la única salida que tienen es que Europa nos de todos los euros que ellos quieren, no para solucionar o tratar de reparar las deficiencias estructurales que tiene el sistema económico español.
No el dinero lo quieren nuestros dirigentes para seguir concediendo subsidios a ese arcaico sistema.
Donde están los grandes economistas también los refutados sociólogos. Ellos tendrían que coger el testigo e informar al resto de los mortales que no podemos hacer otra cosa que ir a lamentarse al muro de cada uno. Pero ellos no tienen muros tienen sabiduría porque tienen información y ambas cosas los reviste de autoridad moral para decir quien se está equivocando sean quienes sean.
Si no siguen los consejos de estos sabios están autorizados a denunciarlos, ya que, hoy existen infinidades de medios y de tribuna para poderlo hacer, pues hoy no hace falta escribir un libro para denunciar al poder como se hacía en siglos pasados, hoy es mucho más sencillo. Con las televisiones y las redes sociales y también si se dispone de grandes conocimientos sobre todo en una materia como es la economía esta debe ser puesta a disposición de quien tenga que tomar decisiones y que estas estén basado en los criterios y razonamientos que aportan estas personas que lo que hacen es aportar toda su sabiduría en beneficio de toda la sociedad.