Ratiplin 6ª entrega

hará mañana. En medio de esta gente, fue donde
Ratiplín había logrado superar el mal trago que pasó en
aquel carromato.

Afortunadamente, aquel año en que Ratiplín estuvo
en este lugar la cosecha fue espléndida, tanto es así,
que tuvieron que improvisar algunos graneros puesto
que los que ya existían se llenaron por completo.
Y volvieron la fiesta y volvió el Circo, que se
instaló, ensayó y lo puso todo a punto y cuando iba a
sonar el «clon». qué asombro para el empresario y los
artistas cuando se dieron cuenta de que había más
niños que nunca, pero ese día estaban todos con sus
papás, y pasaron los papás por la taquilla, comprando
todas las entradas que había a la venta. absolutamente
todas, pero … ¿Qué ocurrió entonces?

Cuando iba a dar comienzo el espectáculo el
empresario como de costumbre, salió a la pista y vio
que el Circo estaba completamente vacío, pero en esta
ocasión, el hombre no se frotaba las manos, no llegó ni
siquiera a sacarlas de los bolsillos, y muy despacio se
fue hacia la taquilla y una vez allí, con cara de
pesadumbre no hizo la pregunta habitual al taquillero,
pero cual no sería su sorpresa de ver al señor de la
taquilla que estaba la mar de contento y al advertirle
que no se debía de asombrar pues estaba contando los
billetes y le dijo: iHemos logrado la recaudación más
importante de la historia del Circo!. El empresario no
salió de su asombro al ver todo el dinero que el
taquillero le mostraba y que era suyo, se asombraba
cuando, con dicho dinero, que se había recaudado, el
Circo debería de estar lleno, y por el contrario estaba
completamente vacío, poco a poco fue reaccionando y el
empresario comprendió que los niños del lugar querían
devolver o pagar, de esta manera, el favor que una vez
les hizo Ratiplín y cuando estuvo convencido de estos
hechos, se emocionó, y emocionado salió fuera del
Circo donde estaban aún todos los niños y los papás y
dijo:

«Estoy aquí para deciros algo muy importante, me
dirijo fundamentalmente a los niños porque sé que
habéis sido vosotros los que habéis tenido este
maravilloso gesto, entonces os pido a todos que digáis a
Ratiplín que me perdone, y si merezco su perdón
procuraré en lo que me queda de vida tener como meta
esta maravillosa lección que me habéis dado».

Al concluir estas palabras, todos los niños gritaron:
iViva Ratiplín!, y como él se encontraba entre toda
aquella muchedumbre. le cogieron en hombros y lo
acercaron hacia el empresario. Una vez. frente a él,

Última modificación27 agosto, 2025
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