
UN CUENTO
Esta es la historia de un enanito que se llamaba
RATIPLIN. Resulta que Ratiplin era un enanito muy
simpdtico, que toda su vida la habia dedicado al Circo.
En él comia, en él dormia y en él habia nacido, y como a
la hora de contar esta historia Ratiplin era algo mayor
-de edad, queremos decir-, pues como antes hemos
dicho, Ratiplin era un enanito, pues ya tenia sus manias,
pero las manias de Ratiplin fueron siempre
acompafiadas de las dulzuras que un alma grande y
sensible proporcionaba.
El Circo donde Ratiplin habia nacido y donde vivid y
trabajé toda su vida, era como todos los Circos, pero
quizds habia algo en él que hacia que cuando uno se
encontraba dentro el mundo era sdlo, eso. El Circo,
también es verdad que yo solo habia visto el mundo que
nos traia el circo. iPerdén amiguitos!, me olvidaba de
las manias de Ratiplin. pero no temdis, que no os voy a
cansar con ellas, solo citaré una, ya que por ser quizds
la mds tierna de todas, -aunque para mi, mds que una
mania, fue un deseo-, aunque Ratiplin siempre decia que
era su gran mania. Bueno mania 6 deseo alld voy.
Resulta que queria que cuando él muriese, le subieran
al «Trapecio» en una cuna, en su cuna, pues él tuvo la
felicidad de no abandonar nunca la cuna donde nacio.
Para él habia dos cosas que centraron toda la atencion
de su vida. Estas fueron: El Trapecio y los Nifios, todos
los nifios, veran entonces como a lo largo de toda esta
historia Ratiplin vive con y para los nifios y con su
mirada siempre en la «Carpa’ del Circo, pues es donde
se cuelgan los «Trapecios».