Pero hay algunas tan atrevidas que se atreven a ello y se sienten con tanto poder que ya creen estar respaldadas por los MANDAMASES políticos, sobre todo por el gran MANDAMÁS, que ella cree que ha nacido incapaz de equivocarse jamás.
 
Mientras dura ese estado de bienestar, ella se regodea, ya que todo su partido la aplaude y estarían encantados de hacerse una foto con ella en el teléfono móvil.
 
Ah, pero cuando falla y deja a los pies de los caballos al gran jefe, éste se cabrea, y ya no hay apoyo que valga; en consecuencia, nadie la conoce en el Partido Socialista Obrero Español, que no es ni una cosa ni otra.
 
Se supone que, por sensibilidad, la dama no debería acometer ciertas actividades, reconociendo también que la mujer tiene los mismos derechos que el hombre para transitar por las cloacas y meterse en el puro FANGO.
 
Hay cosas, muy pocas, que ni el hombre puede hacer como la mujer, ni la mujer como el hombre. Y esas son todas las relacionadas con los secretos, para la mujer, y todas las que están relacionadas con sensibilidades, para el hombre.
 
De todas formas, hay que reconocer que en la actividad de espías hay más hombres que mujeres, aunque también hay que admitir que la mujer ESPÍA juega con ciertas ventajas. Estas personas, tanto hombres como mujeres, son víctimas del PODER sin escrúpulos, y cuando fallan en el compromiso que han adquirido —eso sí, de manera voluntaria—, les dan una patada en el trasero y allá se las apañen, incluso pueden acabar con los huesos en la cárcel después de haber estado en las más sucias cloacas del PODER.
 
ESTE ESCRITO ES MERA OPINIÓN DE LA INFORMACIÓN QUE RECIBO. Y, EN CONSECUENCIA, ES MI OPINIÓN.
 
DISTINGUIDOS Y APRECIADOS LECTORES, ES PARA MÍ UNA GRAN SATISFACCIÓN QUE ME HONREN CON SU ATENCIÓN, DE ENTRAR EN MI WEB, Y ADEMÁS RECIBIR LOS GRANDÍSIMOS COMENTARIOS QUE USTEDES ME HACEN. CON MI RECONOCIMIENTO, GRACIAS.