Aunque el tema de los ARANCELES por parte de los ESTADOS UNIDOS de AMÉRICA ha sido la historia de nuestra muerte anunciada, pienso que lo que se ha producido es mucho más que una muerte. Es la muerte de casi toda la humanidad, ya que el comercio exterior así lo justifica.
 
También hay que entender que hay países que, debido a sus niveles de vida, en particular ESTADOS UNIDOS, han visto afectada su producción por los altos costos, lo que ha generado grandes diferencias en los precios finales al consumidor.
 
¿Cuáles han sido las circunstancias que han llevado a que los fabricantes de Estados Unidos tengan un precio neto de producción, antes de beneficios, más alto que el que se puede obtener en un país como China? (como ejemplo máximo).
 
Entonces, si existe esta competencia que no es que sea desleal, también hay que tener en cuenta que los fabricantes y productores AMERICANOS tienen derecho a sobrevivir.
 
Por ello, se me ocurre la siguiente idea: que analicen aquellas empresas que están en la situación expuesta y limitar las importaciones de las mismas. Si eso no fuera suficiente, establecer aranceles que compensen dichas diferencias.
 
De todas formas, ningún ser humano, por muy Presidente de ESTADOS UNIDOS que sea, tiene derecho a trastocar las reglas del juego que nos hemos dado en este mundo globalizado. Así que al Sr. TRUMP hay que hacerle ver que él también es mortal, y ya veremos cuándo le llega su juicio final. ¿Cómo justificará el daño que va a causar a la humanidad?
 
Lo más aberrante de todo este desgraciado tema es que el embrollo lo haya provocado un Presidente Republicano, cuando tradicionalmente su partido ha sido un ejemplo del liberalismo.
 
 
ESTE ESCRITO ES MERA OPINIÓN DE LA INFORMACIÓN QUE RECIBO. Y, EN CONSECUENCIA, ES MI OPINIÓN.
 
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