Suelo despertarme todos los días con la radio y suele ser sobre las ocho de la mañana. A esa hora las tres emisoras que escucho alternan información general con tertulias políticas.
Dirán que como hago para poder oír tres emisoras al mismo tiempo, por supuesto que no lo hago, lo que si hago es aprovechar que estas tres emisoras están muy juntitas en el dial, de esa forma paso de una a otra con muchísima facilidad. Lo más curioso es que día a día tienen los mismos planteamientos informativos y de opinión.
Como he dicho las tres emisoras están juntitas en el dial lo que me facilita intercambiar constantemente las tres, lo cual me divierte mucho.
Observo cómo se trata, las mismas, mismas noticias, que aunque sean de total actualidad, cada locutor/presentador le da el tono y matiz totalmente distinto sin tan siquiera un mínimo de rubor. Esto teniendo en cuenta de que son grandes “espadas” de la comunicación radiofónica.
Pero donde me lo paso guay es oyendo los tres o cuatro tertulianos moderados por el “espada” correspondiente, expone y razona sus argumentos de acuerdo a sus criterios e ideas pero lo hacen de tal forma que pisan las palabras de sus otros compañeros, y es ahí donde suele fallar el moderador que de esa manera priva al oyente de escuchar con nitidez lo que exponen cada uno de los contertulios. Ahí por mucho que quieras usar el dial y cambiar de emisora, no serviría de nada ya que en las demás, se dan las mismas circunstancias.
En este tema no tienen responsabilidad los tertulianos, pues ellos están a lo que están, que es a colocar su discurso, pero sí pido a los moderadores, para que hagan un esfuerzo y se pongan en lugar de los oyentes.
Bueno, he de reconocer que estas tertulias políticas y de actualidad son una “bendición” comparadas con las deportivas: eso ya es un guirigay, que parecen un nido de pollitos esperando el alimento, que le traen sus padres.