Pongo este título quizás indebidamente, pues quienes dirigen los colegios MAYORES de SEÑORITAS son la mayoría de ellos DIRECTORAS y comprendo que es lo más adecuado.
Lo que no comprendo es que le hurten a las colegialas universitarias la posibilidad de escuchar la mayor expresión de sensibilidad y de sentimiento que contiene todo poema, y no es este caso pero si lo fuera merecería el mismo respeto ya que la intención del POETA no es otra que la de llegar a los mejores sentimientos del SER humano.
Señoras directoras, si ustedes contribuyen a desterrar los sentimiento nobles que toda persona trae a este mundo, llegará un día en que no serán los robot los que competirán con las personas, sino que serán éstas las que competirán con los ROBOT ya que carecerán de sentimientos. Son tan avanzadas despreciando lo bello que se dan la mano con lo retrógrado.
La primera obligación de todo SER humano es saber que ha venido a este mundo con la obligación de mejorarlo y para ello nos han dotado de la suficiente capacidad para distinguir el BIEN del MAL.
También es cierto que, para llegar a esa distinción hemos de apoyarnos en nuestros mayores, sean nuestros padres, nuestros abuelos, y además muy importante también, nuestros profesores o profesoras y cómo no, los tutores.
A partir de todas esas circunstancias si se dan con el máximo respeto a la persona, ésta estará en las mejores condiciones para hacer la distinción más importante de su vida que es como he dicho distinguir el BIEN del MAL.
Tengo el honor de adjuntarlas, cuatro poemas de mi poemario, para que puedan juzgar el daño que los mismos, puedan causar en DAMAS UNIVERSITARIAS.