Volviendo a CONTUR y dando por concluida de una manera forzosa la expansión que nos habíamos marcado, que era la de abrir un supermercado en cada provincia de España, para así paralelamente hacerlo con el banco.

No voy a relatar todas las incidencias que se fueron produciendo en cada una de las tiendas y en cada lugar, lo que sí puedo decir es que fueron acogidas muy gratamente por razones ya expuestas. Los problemas, que algunos existieron, siempre fueron de tipo administrativo o de interés inclusive dentro del propio grupo.

Al principio cuando se hicieron los de Albacete y Cuenca confié en un tal Monteagudo que era del propio Albacete, pero este señor había visto en CONTUR no una oportunidad sino su propia oportunidad. Cuando me di cuenta de ello es cuando el conflicto de Valdepeñas, que en vez de apoyarme intento hacer creer, que era por haber hecho la instalación eléctrica mi hermano y por supuesto todas las demás que por cierto fueron ejecutadas magníficamente tanto en el aspecto técnico y funcional como en el administrativo en cuanto a licencias y permisos se refiere. Amor de hermano como decían en la televisión en el 1, 2, 3 y hasta aquí puedo llegar.

Otra característica que llegaron a tener estos supermercados ya de inicio se instalaba con la visión a cortísimo plazo de implantar un sistema de inventario permanente y desde su inicio fuimos creando toda la disciplina necesaria para poder hacer efectivo el sistema. Para ello habíamos contratado con N.C.R. unas terminales que suplían las máquinas registradoras, estas terminales formaban un conjunto con un lector óptico que leía caracteres, para ello contratamos también unas máquinas de etiquetar que imprimían los caracteres exigidos en los productos que se comercializaban en los supermercados. También era necesario un concentrador de datos que recogía toda la información que producían las terminales en los pasillos de revisión. Esta información que en toda la salida de productos por nuestras ventas y por la compra de las amas de casa las grababa el concentrado en un soporte que en este caso era una cassette que era lo que viajaba a Madrid y allí se procesaban (téngase en cuenta que todo esto ocurría justo a mediados de los setenta y la comunicación en tiempo real no estaba a nuestro alcance).