Una vez de nuevo en Madrid recurrí, a una persona con la cual había establecido alguna amistad en el tiempo que estuve en Toledo. Esta persona era a su vez un gran productor de patatas y le expuse mi proyecto, que no era otro, que abrir un local donde se pudieran distribuir las patatas a las amas de casa haciéndoselas llegar a su propio domicilio en bolsa de malla de 10k. Para ello me facilitó una maquina de envasar.
El asunto pintaba bien ya que la idea era que con todo el buzoneo que se hizo y las respuestas que se consiguieron se fue creando, un fichero que sería un instrumento muy valioso para ofrecer otros muchos productos de alimentación y de consumo, del hogar.
Mí apuesta en primer lugar como ha quedado expuesto fue las patatas, por ser estas de mucho consumo en casi todos los hogares, pero son, a su vez, molestas de transportar para el ama de casa. Por lo tanto fue de muy buena acogida.
El local en principio era pequeñito pero valía para arrancar, su dueño tenía un hijo y me pidió que si podía quedarse a trabajar conmigo y se quedo para repartir los pedidos, que hacían las amas de casa por teléfono con la información que habían recibido, en los folletos que habíamos depositado en los buzones. Otra persona que trabajó durante el tiempo que duro la empresa de distribución de productos alimenticios por teléfono fue un tío mío, hermano de mi madre, llamado Juan.
Esto ocurrió a mediados de los sesenta, y no fue hasta mediados de los setenta cuando pude desarrollar la idea en toda su profundidad. Ya lo comentaré a su debido tiempo.