COMO FREGAR

Este comentario que voy a tratar es tan simple como fregar un plato, pero a lo largo del mismo demostraré que no es tan simple si se hace como es debido.

         Partiendo de la hipótesis de que vamos a tratar de un hogar que por diversas razones no tienen una máquina lavavajillas que por suerte o por desgracia hay muchos hogares que aún no la poseen. Digo por desgracia porque el que suscribe la tuvo y la quité cuando observé que a la máquina tenía que darle los platos limpios para lavarlos, entonces quité la máquina y seguí lavando los platos como lo hacían mis ancestros es decir: a mano. Pero lo que sí hice también, fue desarrollar un método para esa tarea no agradable para muchos, y que sí lo fuera para mí. Ese método consiste en lo siguiente: lo primero es retirar de la mesa todo lo que se haya usado para la comida, tanto platos como todo los demás (vajilla, cubertería etc.), una vez retirados se descargan en la encimera más próxima a los senos del fregadero y a continuación se procede a tirar los restos de comida si los hubiese en el cubo de basura de orgánicos. Llegado a este punto  se meten todos los platos en uno de dichos senos, los cubiertos también se introducen en el mismo lugar. La cristalería se deja fuera muy a mano ya que es lo primero que fregaremos, a continuación y poco más distantes se sitúan la batería y a continuación lo hacemos con las sartenes. Una vez todo debidamente ordenado procedemos a ejecutar la tarea de fregar.

         Para ello abrimos el grifo solo un hilito de agua el cual nos va a permitir el poder enjabonar después de haber puesto en la esponja/estropajo la cantidad de lavavajillas que requiera todo el volumen a fregar.

         El orden es el siguiente: primero la cristalería, segundo la loza, tercero la cubertería, cuarto la batería y por último las sartenes. Con todo ello ordenado y el estropajo preparado más el caudal de agua ya definido se procede a enjabonar toda la fregada de acuerdo a lo establecido. Es muy importante que todas las piezas que se vayan a enjabonar la situemos siempre en el mismo lugar de la encimera y nunca dentro de la pila donde después vamos a hacer el aclarado. El porqué de estas recomendaciones son para facilitar el trabajo del fregado ya que, si vas situando todas las piezas cada una en el mismo lugar a la hora de enjuagar, la mano actuara de manera prácticamente automática y de esa manera facilitará muchísimo el enjuagado.

         La verdad es que es precisamente el enjuagado lo más importante de toda la fregada, por ello se hará con todo el rigor que requiere la higiene.

         En este punto en que las pilas están vacías aprovecharemos la de la izquierda para empezar a enjuagar metiendo toda la loza dentro, abrimos un caudal de agua suficiente para dicho enjuague, entonces con ese caudal se empieza y como la loza está dentro de la pila el agua que se está vertiendo en la primera pieza también lo está haciendo en todas las demás con lo cual se ahorra agua y también tiempo. En donde se duplican las ventajas es con la cristalería. Cuando empieza con ella antes de hacerlo dejas un plato en la pila que servirá como base para ir apoyando las piezas de la cristalería que ha de enjuagarse, ésta se hará de una en una con el caudal ya establecido y una vez lleno el primero, éste se vuelca sobre el segundo y así hasta terminar con toda la cristalería.

         De ésta forma se ahorra mucha agua, esfuerzo y lo que es más importante la cristalería queda mejor fregada y mejor enjuagada. Nos quedan dos utensilios que son la batería y las sartenes, de la primera solo decir que tienen el tratamiento de fregado según esté de empercudida y para las sartenes aplicar el mismo criterio que para la batería de cocina.

         Si este comentario es de alguna utilidad para alguna persona me alegraré enormemente.

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