Del hermano de Napoleón, José Bonaparte como comprenderán no es posible decir nada, ya que era un invasor. Solo los de siempre, los estómagos agradecidos que en este caso eran los afrancesados los que apoyaban a Pepe Botella.
A ese paréntesis desgraciado de España le debemos dos hermosas cosas, una es aplicable a la primera derrota a Napoleón y la segunda que todos los españoles y españolas se sintieron como una sola persona en el Dos de Mayo que defendían su España, su Patria, ante todo.
Amadeo I: este rey fue antinatural, además fue un suspiro, pues reinó muy poco tiempo ya que renunció al reinado.
Todas las personas de mi generación hemos visto la película: Dónde vas Alfonso XII -sino todas una buena parte- claro las películas reflejan la realidad, pero eso sí, la realidad maquillada. Y vemos al rey Alfonso XII a la grupa de un hermoso caballo blanco entrando en el Madrid de la época,
Esas secuencias no pueden ser más esperanzadoras, pero por desgracia son solo de película o lo que es lo mismo pura ficción.
Después, toda la ilusión que había creado en su vuelta a Madrid, se vieron frustradas poniéndose en manos de los políticos de turno ya que la preocupación por la enfermedad y muerte de su primera esposa le hizo abandonar sus obligaciones de Estado, y como ya he dicho dejó esas funciones en manos de su primer Ministro.
En cambio su hijo Alfonso XIII se implicó más en política, y tanto fue así, que fue la política la que lo destronó y lo exilió. Ahora bien hasta que eso llegó, no dejó a ninguna vicetiple viva, hasta que encontró el cuerpo generoso de la Moragas, a la cual le hizo un gran chalet en la mismísima Avenida de la Reina Victoria y además le hizo varios hijos.
Después de la “dictablanda” viene la democracia y es D. Juan Carlos I el que junto a D. Adolfo Suarez pilotan el cambio de régimen asesorados por D. Torcuato Fernández Miranda para poder pasar de la ley a la ley.
A D. Juan Carlos le vino de maravilla el estar en esa pomada, pues le sirvió para dar la vuelta a ese rumor que decían algunos en capillitas lo de “Juan Carlos el Breve”, y la verdad que ha sido un reinado muy duradero tanto como casi el periodo de la “dictablanda”.
Hay que tener en cuenta que Tejero y compañía le vino como anillo al dedo a D. Juan Carlos para consolidarse del todo, y fue con el esperpento del golpe de Estado cuando verdaderamente echó raíces su reinado.
Lo triste, es que como una trayectoria tan aceptable, la echó por varios sumideros, empezando por la foto con el elefante y terminando con la de Dña. Corina. En ambos casos fue echar margaritas a los cerdos.
Queda hablar de nuestro Rey actual: en principio decir que es poco el tiempo que lleva reinando ni tan siquiera el de una generación, por lo tanto hay que ser prudente con lo que se dice pues no hay mucho que agregar salvo su actuación en el discurso que hizo después del golpe de Estado de Cataluña.
La verdad es que fue muy emotivo, pero nada más ya que hoy se siguen quemando en Cataluña sus retratos y la bandera de España, y por supuesto los catalanes viven al margen de las leyes españolas pues no cumplen ninguna sentencia de nuestros tribunales.
El futuro dirá y juzgará el reinado de su majestad D. Felipe VI.
Bueno, después de toda la retahíla de la historia de nuestros gobernantes, haciendo un paréntesis en ella, llego a la conclusión siguiente: que salvando a los Reyes Católicos y en especial a la Reina Isabel y al rey Carlos III, los demás han hecho poco por su pueblo.
De ahí la frase: ¡QUÉ BUENOS VASALLOS, SI TUVIERAN UN BUEN SEÑOR!
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Ud. debería comprar este libro por dos razones:
La primera, para ayudar a unos niños que, por desgracia, padecen CANCER.
La segunda, tener un libro de Mil Y UNA REFLEXIONES, que aunque no sea alta FILOSOFÍA, sí es la filosofía de la vida, que nos está tocando vivir, en estos tiempos de enorme competencia.