Vaya por delante que no pretendo ir en contra de lo establecido ni de lo legislado, sólo emito una mera opinión, mi opinión, sobre los matrimonios de personas del mismo sexo. Ellos tienen todo el derecho del mundo a realizar sus propias vidas incluyendo la de crear una familia.

         A lo que no deberían tener derecho es a algo que ha sido creado como es la palabra MATRIMONIO que desde que el mundo es mundo lo han formado un hombre y una mujer o una mujer y un hombre con proyecto de ser una familia de madre y de padre.

         Mi opinión al respecto es que, como he dicho, pueden crear una familia como todo ser humano -creo que ha quedado claro – lo que no está tan claro es que se use la misma terminología para dos figuras distintas.

         Mi humilde opinión para resolver este mal entendido es que las personas del mismo sexo, que deseen hacer un proyecto de familia creen un nombre que sea adecuado a la figura que desean realizar. Así no tienen que usar algo ajeno y que además se distinguirían con su propia etiqueta como hacemos con todo. Todo ello redundaría en adquirir muchísimo más prestigios, y algo más importante: identidad.