760) Todo aquello que se piense y se haga fuera de la moral es injusto, sin razón y más a más tampoco es ético.
761) Razón para vivir, razón en el pensar, razón en convivir: éstas y muchas más son las sendas a seguir.
762) Los celos son peligrosos, tanto en el horizonte, como en la mujer, pero es aún más peligroso el despecho, pero mucho más peligroso.
763) El sistema judicial del que disfrutamos es de lo más «incompetente», ya que, lo que sería justicia se convierte en injusticia al cabo de los años.
764) De la que se han librado los grandes hombres que, nos han dejado desgraciadamente, pero de los que están todavía -que sea por muchos años- gozan de su prestigio en los distintos campos del arte. Éstos deben estar alerta por si han dejado algún despecho por circunstancias obligadas.
765) Algunas veces se cae en cuenta que la razón la tienen los demás y no es siempre tuya.
766) Hay personas que aunque hagan barrabasadas se les ríe las gracias, en cambio hay otras que no tienen tanta suerte, y son víctimas del más mínimo renuncio.
767) Sentimiento y sentido práctico, son cosas distintas aunque a ambas hay que respetarlas.
768) A los políticos no hay que «juzgarlos» por sus promesas, hay que hacerlo por sus resultados.
769) Dice Roberto Carlos: que él desea tener un millón de amigos, muchos nos conformamos con menos.
770) Acaso la nada, sea la única verdad y no existan ni tan siquiera nuestro sueños.
771) La medicina, a veces es como si todos los pacientes tuviesen la misma enfermedad.
772) Es una auténtica pena el desaprovechamiento intelectual y de experiencia, que tanto la juventud
como los mayores no tengan más, o alguna convivencia, de tal forma saldrían beneficiados tanto los unos como los otros.
773) En esta era que nos ha sido posible vivir las muchas tecnologías que se han desarrollado hay una en particular que podemos pensar que sobresale de todas las demás. Esta es la de la comunicación, pero si quieres quedarte fuera de esta vorágine ya no es posible, las olas tecnológicas te arrastran hasta dentro, dentro.
774) Esto no es posible evitarlo: el que en nuestro fuero interno nos sintamos estar por encima de los demás, aunque estemos ante un sabio. Algunos nos llevamos auténticas sorpresas, cuando nos encontramos ante una persona que consideramos muy por debajo de nosotros y resulta que nos da la lección de nuestra vida.
775) Sin el arte de escuchar no puede existir el arte de dialogar.
776) Que se puede hacer con los depravados y degenerados.
777) Las palabras pueden confundir, los gestos clarificar y las reacciones confirmar.
778) Quién o quienes escriben la historia, la escriben normalmente como ellos desearon que hubiese pasado, aún reconociendo que, siempre hubo y habrá excepciones.
779) Qué pena que la poesía se produzca poco y se defienda menos, con lo cual se priva a las personas de desarrollar sus instintos.