
circundaba todo el pueblo hasta los mismos límites
del mismo.
Eso permitía a su mini Ayuntamiento hacer la
corta de PINOS anual y repartir una considerable
cantidad de dinero a cada uno de sus vecinos como
consecuencia de la venta de la madera, ésta ya para
uso industrial.
Amiguitas y amiguitos no me diréis que este
pueblito no era representativo aquí en la tierra, pues
eran casi todos familias y no pasaban frio y podían
hacer sus comidas con el combustible, que era la
leña, completamente gratis.
También se podían permitir que hubiera
escuelas para vosotros, pues había profesores y
profesoras en un muy digno colegio, con lo cual no
teníais que desplazaros a otros pueblos mayores. Lo
cual quiere decir que su ayuntamiento era rico y tenía
superávit, o lo que es lo mismo, que permitían en el
verano, que hicierais excursiones. Un año como
recordaréis fuisteis a PARIS DISNEYLAND.
A CRISPÍN le parecía todo aquello un sueño
pues la familia que lo acogió eran personas mayores y
que no habían tenido hijos, también para ellos había
sido un sueño el tener a un “hijo” tan bueno y
bondadoso y tan agradecido a estas personas que él
procuraba complacerlos en todo lo que estaba a su
alcance y un poco más.
También con el tiempo CRISPÍN fue muy
querido en aquel pueblito ya que siempre estaba
dispuesto para ayudar de muy buen agrado a todos
los vecinos del lugar y si no se lo pedían, él se ofrecía
con toda diligencia, ya que CRISPÍN, tenía tanta
bondad que los padres de los niños del pueblito
dejaban a sus hijos a la custodia de CRISPÍN, cuando
tenían que ir a la capital por asuntos varios y los
niños se quedaban encantados no, si no
encantadísimos.
La verdad que este lugar era ejemplar en
muchísimos aspectos, uno de ellos era muy
importante ya que en su historia no hubo ningún
incendio y se preguntarán mis queridos niños ¿Cómo
era posible, con la cantidad de pinares que tenían en
ese pequeño pueblo?
Muy sencillo, todos esos pinos era del propio
pueblito y que administraba el Ayuntamiento, pero
los dueños eran los vecinos y tenían una renta
vitalicia que era el fruto de aquella riqueza que eran
sus PINARES y por supuesto cuidaban esa riqueza
como a la niña de sus ojos.
¿Por qué no hubo incendios? Porque tenían un
sistema de vigilancia que afectaba a toda la población
mayor de veinte años.
Lo que se demostraba con ese sistema, amiguitas
y amiguitos, es que la mayoría de los incendios son
provocados.
En otra época, se decía lo siguiente en verano,
cuando eran probables los incendios: “Cuando el
bosque se quema, algo suyo se quema Sr. CONDE”,
pero no era el caso de este maravilloso pueblo ya que
el monte lo cuidaban y lo vigilaban hasta el punto
que olían y oían la respiración del más listo de los
pirómanos.
Como sería la preocupación de las personas
mayores por los incendios, que hasta los maestros,
todos los cursos dedicaban una semana a que los
alumnos y alumnas se documentaran con el gran
problema de los incendios y sobre todo de los
PIRÓMANOS.